jueves, 14 de diciembre de 2017
Enter
Sería bonito fingir que no tengo un pasado catastrófico a mis espaldas.
Sería bonito pretender que ese pasado no me afecta.
Pero la vida no es así. O eso creo. Para mí no lo es. No me gusta regodearme en el pasado, no me gusta llorar por quienes ya no me recuerdan, pero no soy capaz de controlarlo. No se me da bien hacer limpieza, y si tengo que cambiar todas las cosas de mi cartera volveré a guardarlo todo, hasta los vales de 5€ caducados, hasta los tickets ilegibles, hasta mi amor por ti. Porque tus malos pelos y tus ojos azules siguen en una rendija en la que no he tenido fuerzas para poner nada más. Ahora mi nueva cartera ya está imbuida por tu espíritu, como todo lo que hay a mi alrededor.
Ojalá que seas feliz, de verdad que sí. Ojalá que nunca vuelvas a necesitarme para ser feliz. No le desearía esta sensación a nadie, esta impotencia que me abruma cada vez que pasa algo mínimamente importante y no soy capaz de abrir tu conversación para contártelo. Me dijiste que te hablara, que te contara las cosas y yo lo he intentado. He intentado contarte que me he cortado el pelo, que me voy a Bruselas, que me gusta lo que estoy haciendo con mi vida, pero en lugar de eso solo puedo llorar como una magdalena y pensar en lo mucho que te echo de menos. Y entonces no te lo digo porque no quiero crear una situación incómoda más, no quiero que te sientas culpable de mis lágrimas, no quiero que me odies porque aún te quiera. Porque han pasado demasiado meses como para que sea normal que siga así, y en cierto modo no es algo que me ocurra de manera constante, pero han cancelado una fiesta a la que tenía muchas ganas de ir esta noche y llevo toda la mañana sola y he tenido que cambiar las cosas de la cartera y me cuesta escribir del tembleque que tengo y yo qué sé.
domingo, 10 de diciembre de 2017
So in love
¿Alguna vez?¿Qué entendemos por enamorarnos?
Te miro y la felicidad más espontánea me inunda. ¿Es eso estar enamorado? O quizás es la tristeza de no encontrarme a tu lado, quizás eso es amor. Tú dijiste que estabas enamorado de mí. Que era lo mismo que quererme. ¿Qué sientes por mí, entonces? Igual así puedo ponerle nombre a lo que siento. Quizás estar enamorado es querer olerte a todas horas. Quizás es no estar triste por culpa de otras personas, porque tú estas por encima. No lo sé. Después de tantos años de sentimientos (probablemente demasiado) intensos, ahora llegas tú y me confundes. Llego yo con mis nuevas teorías del amor y no soy capaz de ponerle nombre a lo que siento por ti. ¿Es eso bueno o terrible?
Solo sé que no quiero estar sola y que contigo no lo estoy.
domingo, 3 de diciembre de 2017
Tale as old as time
jueves, 30 de noviembre de 2017
bnmnjkjknhbk kn
Ni siquiera sé por qué, sólo sé que no quiero estar aquí.
Que se me cierran los ojos y no tengo claro si quiero despertar.
El calor de la estufa al contacto con mis pies es lo único que me reconforta un poco.
Tengo mucho frío.
No tengo hambre. Mi madre querrá que coma.
Y yo solo quiero dormir y evadirme un poco de esta tristeza que me asola.
Quizás sea cierto después de todo, quizás solo pueda estar contenta a su lado.
No debería tener que soportar esa carga.
martes, 28 de noviembre de 2017
Not a coffee
Estaba muy guapo.
lunes, 27 de noviembre de 2017
Just a coffee
En realidad no.
Es una putada. Para ti. Para mí. Para todos a nuestro alrededor.
Nunca me he considerado posesiva, nunca he sucumbido a mis celos, nunca he pensado que debía ser el centro del mundo para alguien. Quería serlo, por supuesto, pero fui capaz de racionalizarlo y no lo exterioricé demasiado. Ahora me encuentro este vaivén de felicidad y tristeza a partes iguales, sintiéndome incómoda en mi propia casa y sin poder hacer nada para evitarlo. Intentando parecer impersonal con él pero sin que me salga demasiado bien. Puede que se me note demasiado que necesito verlo. Pero luego estoy contigo y se me pasa todo, y todo mi universo eres tú, no necesito nada más. No deberías tener esa responsabilidad, no deberías ser la causa de mi felicidad.
No quiero verlo mañana. Pero sí quiero. Pero me voy a sentir tan mal que me asusta. Y no voy a poder verte después para que me consueles, y de todas formas ese no es tu trabajo, no puedo refugiarme bajo tu abrigo cada vez que tenga ganas de llorar por culpa de otro chico. No es justo.
No sé si estas cosas te molestan. Me asusta demasiado preguntarte. Te hice daño cuando ayer te dije que besé a Miguel. Sabes que sigo sintiendo algo por Julio, ¿eso te molesta? No quiero hacerte daño pero no puedo mentirte. Para variar, supongo que le estoy dando demasiadas vueltas. Y sin embargo tiene ese punto morboso al que no puedo evitar aferrarme. Esa duda sobre si creerás que él es más importante que tú para mí. Esa posibilidad de que estés celoso por mi culpa. Sí, definitivamente soy una persona horrible.
domingo, 26 de noviembre de 2017
Hype
martes, 21 de noviembre de 2017
Vivo ergo sufro
En este caso tengo tremendamente claro que es, en cierto modo al menos, culpa de mis malditos sueños. Porque, claro, ¿cómo iba a plantearme dejar de soñar con el resto del mundo? Estaba bien, de verdad, no necesitaba volver a martirizarme viéndolos a los dos: uno ignorándome y el otro sonriéndome. No sé qué me ha sentado peor. Son solo sueños, ¿por qué entonces me duele tanto el pecho cuando lo recuerdo, por qué se me pone la carne de gallina? Necesito un respiro.
Me dices que no piense, me dices que lo deje pasar. No me conoces de nada, no entiendes cómo me he sentido... cómo me han hecho sentir. No sabes lo crueles que han sido conmigo, cómo ese chico con el que he soñado hoy me dejó tirada alegando que no me quería cuando no era cierto, solo por un error. Éramos muy jóvenes, todo sea dicho, pero sigue doliendo. Él fue la primera capa. Y no ha sido la última. Y me encierro en mi mundo de tristeza y soledad pero a la vez necesito compartir mi sufrimiento para no ahogarme en la tristeza. Ahí estás tú. No lo entiendes. No entiendes nada. No entiendes que puedas parecerme lo mejor que podía ocurrirme ahora mismo. No entiendes que me sienta mal por saber que eres mejor que ellos. Que eres mejor que yo. Porque tú, con tu filosofía patatera de empanarte por las esquinas, manejas las emociones infinitamente mejor que yo.
Voy a terminar haciéndote daño y jamás voy a poder perdonármelo.
lunes, 20 de noviembre de 2017
Día D
Y yo comparo.
Y me rallo. Vaya si me rallo. O rayo. Aún no lo tengo muy claro.
Pasó por insistencia, porque no podíamos salir de esa fría casa y que tú aún fueras virgen. ¿Que si me arrepiento? No. ¿Que si lo habría pospuesto? Pues quizás.
Todo me recordaba a esos momentos previos a un examen. Quieres que pasen las cosas y a la vez no quieres que llegue el momento de la verdad.
Caótico, frío, incluso un tanto decepcionante. Y, de repente, todo funcionó. No tengo muy claro el porqué, no tengo muy claro el cómo pero el caso es que de repente fue todo (casi) como la seda.
Aun así hay algo que me crispa, que no me termina de encajar, y no consigo averiguar qué es. Quizás los treinta segundos. Quizás tu negativa a darme cariño después. Quizás los tres intentos previos.
Probablemente el hecho de que no consigo dejar de pensar que fuimos allí para eso, no que eso surgió como consecuencia de haber ido. Te vestiste y me diste un abrazo. Te pusiste a fregar y yo solo quería seguir abrazada a ti desnuda en el sofá. Tengo la estúpida sensación de que lo nuestro fue coger las peores versiones del sexo espontáneo y el anticipado y juntarlas. La presión del anticipamiento, la frialdad de la rapidez.
Sé que es una tontería, como todo lo que escribo en este maldito blog, y quiero volver a hacerlo, una y mil veces más, pero quiero disfrutar yo también y quiero que entiendas que para mí el sexo no es solo sexo, que ahora has creado un vínculo más intenso entre nosotros y probablemente no seas consciente de ello, pero para mí esto es muy importante, tengo la impresión de que más que para ti.
domingo, 19 de noviembre de 2017
¿Día D?
Veremos qué pasa mañana.
lunes, 13 de noviembre de 2017
Nothing more than feelings
Probablemente en parte por presión, porque sabías que yo estaba deseando que lo dijeras. Y lo dijiste. "Te quiero... es lo que estaba pensando antes". Y puede que ahora te quiera más que antes. Puede que, ahora que ya está todo el principio dicho, pueda decirte por una vez qué siento realmente... aunque ni yo lo tengo demasiado claro.
Vayamos por partes:
- Hay cierta atracción física, eso está más que claro, aunque sigo sin determinar el punto en el cuál empecé a verte así. No eres mi tipo, seamos realistas. Eres demasiado alto, tienes el pelo demasiado corto y no te gustan los calzoncillos largos y anchos. Pero me gusta mirarte, me gusta tu cuerpo (es suavito) y, bueno, me gusta cómo hueles.
- Me lo paso muy bien contigo. O sea, no quiero que esto se infravalore, me lo paso bien contigo a niveles estratosféricos. Y no hace falta que estemos haciendo algo en concreto. Me puedes proponer tirarme en el coche contigo y está claro que te voy a poner cara de asco, pero en realidad me parece un plan maravilloso.
- Tenemos cosas en común, cosas muy importantes en común, de las que ninguno nos hartamos, y yo no puedo dejar de imaginarnos en Escocia compartiendo piso y eso sí que me parece un puto planazo.
- También hay cosas en las que no estamos de acuerdo, y vaya si es importante esta parte. Sería tan aburrido darse la razón continuamente, argumentar con los mismos argumentos, saber siempre las salidas del otro.
Y ahora me paro a leer todo lo que he escrito y... simplemente no es lo mismo. No es lo mismo que siento. No es esa ansia irrefrenable por comerte a besos, no es ese "vámonos" en mitad de la clase porque, simplemente, quiero prestarte atención a ti y no al profesor, no es ese bienestar que siento cuando estamos en el coche, esa inmensa paz que me transmites, no es ese escalofrío que recorre mi espalda cuando me rozas, no es esa vergüenza cuando me dices algo bonito. Simplemente, no lo es. Porque, joder, siempre me he expresado mejor por escrito, pero hay ciertas cosas que, supongo, no se pueden expresar más que en sonrisas, suspiros, miradas y demás moñería innecesaria.
domingo, 12 de noviembre de 2017
Problemas, problemas...
Sé que algún día te vas a hartar de mí y quiero estar preparada para cuando ese día llegue, pero no me sale demasiado bien. Ahora mismo, lo creas o no, soy toda tuya. No dobles sentidos, no ironías. Podrías hacer lo que quisieras conmigo y yo me dejaría. La comodidad es cómoda, supongo, y ha llegado demasiado rápido y es que, joder, hueles tan bien que jamás podría resistirme a nada.
jueves, 9 de noviembre de 2017
La zona de confort
No te lo dije esperando una respuesta, sólo tenía la necesidad de decírtelo, y me daba exactamente igual lo que hicieras al respecto. Te quiero. Y no me importa decirlo porque es la puñetera verdad. Te quiero por hacerme sentir bien, por hacerme salir de mi círculo vicioso de amor no correspondido, por darme una oportunidad y no irte cuando todo parecía desmoronarse.
Por, básicamente, ser mi zona de confort.
Y es que esto puede sonar a tontería, pero todos debemos tener una zona de confort. Para algunos es su cuarto, para otros el lugar donde hagan deporte, para otros la calle. Pero yo, en estos últimos meses, no era capaz de encontrar la mía. Mi casa se convirtió en un lugar plagado de recuerdos centrados en mi cuarto, me siento mal solo de estar aquí. Estar con mis amigos era ver mi pasado en el presente, me lo paso bien con ellos pero no puedo encontrar prácticamente nada en común con ellos, solo nos une el mero paso por el mismo instituto y el cariño incondicional que ello suscita.
Y, de pronto, apareciste tú. Y me escuchaste. E intentaste entenderme. Y me seguiste el rollo cuando eso era lo único que necesitaba. Y, de pronto, me sentí tan a gusto contigo a mi lado que todo lo demás me dio igual. Es peligroso, lo sé, puedo hacerte mucho daño y no quiero hacerlo, puedo echarlo todo a perder y me encontraría al borde de la desesperación. Pero no quiero parar lo que sea que esté pasando, no quiero arriesgarme a que todo pueda acabar aunque sea tan tonta como para sentirme fatal por el hecho de echarte de menos, porque me asusta que puedas querer más y yo no esté preparada... o al revés.
viernes, 3 de noviembre de 2017
Sexual healing
Y ahora estoy muy contenta y quiero transmitirte mi alegría. Quiero chocarla contigo porque, joder, puedo pedirme la erasmus. Pero no me siento con fuerzas para ello. Me preguntaste si quería hablar y quizás quiera hablar, pero no sé qué decirte sin quedar mal porque voy a parecer bipolar (de nuevo). Además, sé que no lo sientes así, sé que no estás enamorado de mí pero tampoco me quieres sólo como un objeto sexual. Pero soy una persona tremendamente insegura, quizás te hayas dado un poco de cuenta, y me muero pensando estas cosas.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
La felicidad nunca me inspiró
Y ahora me molesta un poquito menos tener que ir a la facultad por la mañana porque tú me recoges. Estoy contenta. Tremendamente contenta. No sé cuánto va a durar porque... en fin, porque soy yo, pero estoy contenta y feliz y no me importa tener que madrugar tantos días seguidos porque te voy a ver y me voy a reír contigo y voy a chincharte y a ponerte caliente.
No sé. Quizás lo sea, después de todo. No lo sé. No quiero preocuparme por eso. Quiero seguir poniéndole canciones y dormirme en su coche y planear viajes y querer ver Stranger Things pero está claro que al final no.
lunes, 30 de octubre de 2017
Mátenme
No parece que precisamente estés sufriendo y yo me lo estoy pasando tan bien que tengo miedo de que acabe. Quiero que me toques, que me roces, que me beses y notes cómo se me abren los poros de la piel. Quiero que tomes la iniciativa por una vez y pueda ser consciente de cuánto me deseas. Porque sé que me deseas pero no lo sé lo suficiente como para tener claro cuáles son los límites. Y a mí solo me hace falta hacerte un dibujo o ponerme frente a ti y desnudarme, a ver si así captas la indirecta. Y esto es una tortura que disfruto, porque me duele que te vayas pero veo necesario que no estemos siempre juntos. Y quiero tocarme pensando que eres tú el que lo hace, aunque sé perfectamente que vas a ser un pésimo amante, al menos al principio. Y no me importa, de verdad que no. Quiero enseñarte, quiero que aprendas, y quiero que lo hagas conmigo. Quiero que nos sentemos y hablemos antes de actuar, quiero que conozcas mi cuerpo y quiero conocer el tuyo. Ojalá que te gusten mis pies. Ojalá que te gusten mis tetas. Ojalá que te guste el lunar de mi barriga, ese que tanto trauma me creó. Ojalá que me demuestres que te gusto tanto en persona como en las fotos. Ojalá que uf en directo.
jueves, 26 de octubre de 2017
Derechos y deberes
Debería decirte que Fun se ha convertido en tu grupo, te guste o no. Salvo We Are Young y Out of the Town, esas ya estaban cogidas. El resto soy tuyas, todas tuyas.
Debería decirte que ayer volví andando a mi casa y hasta me gustó el paseo, aunque terminara con los pies destrozados.
Debería decirte que llevo toda la mañana buscando excusas para tener el wasap abierto con tu conversación ahí, para que veas que estoy continuamente en línea y te dé palo no hablarme, pero no me hablas.
Debería decirte que no quiero estar así, que esta lucha me agota, que no puedo más.
Debería haberte advertido de todo esto, pero aunque intenté decírtelo de forma sutil, no fuiste capaz de entenderme... o no quisiste entenderme.
Debería dejar de escuchar a Fun y a Manel y a Owl City y a todo el spotify, básicamente.
¿Por qué no me entiendes?¿Tan complicado es?¿Tan mal me explico?
Tengo frío. No sé qué me voy a poner para ir a clase. No sé si ir a intentar llamar tu atención (de nuevo) o intentar parecer un saco de patatas para, precisamente, no llamar tu atención. Creo que me voy a decantar por lo segundo, estoy cansada de intentar provocar una reacción en tu persona. Estoy cansada de ti. De mí. De la vida en general. De escribir gilipolleces que no te voy a enseñar porque no tengo ningún derecho a ello, porque tú no quieres leerlo, porque estoy hasta el coño de todo, joder.
Duró poco
Ojalá pudiéramos superar de una vez la maldita etapa de las etiquetas y, si estamos bien, dejarlo así. Yo no quiero salir contigo. No puedo. La liaría tan parda que no duraríamos ni una semana. Me he pasado los últimos tres años de mi vida pegada a una persona 24/7, la quería con toda mi alma pero... no era libre. Él no me dejaba. Y no quiero que tú me hagas lo mismo. No quiero cerrarme, no me obligues a elegir. Entiendo que para ti esto sea difícil, probablemente sea la primera vez que te pasa y has ido a dar con la persona más inestable y caótica del mundo en estos momentos. Y lo siento por ello, de verdad que sí. Pero entiéndeme, no han pasado ni seis meses y aún tengo sus fotos por todo mi cuarto, aún forma parte de mi vida y no quiero que tú formes parte de la misma forma ahora mismo, sería demasiado.
También pensé que tendrías más paciencia conmigo. Que me escucharías. Que me entenderías mejor. Y eso, tristemente, no ha pasado. Y ahora, simplemente, no sé qué hacer. Bueno, sé que esta vez no puedo hablarte, estoy harta de ser la que siempre da su brazo a torcer por todo el mundo, estoy harta de ser la responsable. Porque esto también es culpa tuya. No me paraste los pies, no me dijiste la verdad, no me reprochaste nada hasta que fue demasiado tarde. ¿Es que no lo entiendes? No puedo salir contigo, no quiero hacerlo, ¿por qué demonios es tan importante para ti que algo sea tan puñeteramente oficial?
No me has respondido. No lo vas a hacer. Y voy a fingir que no me importa, que no me dan ganas de llorar. Que esa lista de pelis va a pasar a ser "pelis que jamás veremos juntos". Tengo las manos muy, muy frías. Tanto que me duelen los dedos al escribir. Y tú estás por ahí recogiendo aceitunas que no me vas a dar y yo solo pienso en las ganas que tengo de verte. Y en que no lo voy a hacer hasta esta tarde, me dará un vuelco el corazón y no te hablaré. No te mandaré papelitos que no me responderás, no te escribiré un folio con mala letra para después pasarlo a limpio y que tú no lo veas. No quiero pasar de nuevo por todo. No quiero que dejes de ser mi amigo pero, joder, cada vez parece más inevitable.
miércoles, 25 de octubre de 2017
Too much
Y ahora sé que me quieres. Y ahora creo que te quiero. O algo que se parece a querer. Me gusta escucharte. Me gusta decirte que eres casta y me gusta tu voz grave. Me gusta que tengamos gustos musicales tan diferentes y que aun así me guste lo que pones en el coche. Me gusta que todo lo que lleves sea de Springfield y no me gusta que te guste Ken Follet, pero estoy dispuesta a tolerarlo. Me gusta comprobar la de cosas que recuerdas de mi cuarto pese a haber estado solo una vez. Me gusta que no entiendas una mierda de lo que está pasando y no me gusta que no te des cuenta de ciertas cosas y que tenga que ser tan directa y que a veces no haga falta y quede como una tonta. Me gusta que me mires y no me quites la ropa con la mirada como hace Jorge. Me gusta que te guste cuando me abrigo. Pero me gusta que me digas uf, que te desesperes, que me digas que te pones malito, todo desde la más pura inocencia. Me gusta chocarme contra ti y ser consciente de que me miras todo el rato. Me gusta saber que me quieres. O algo que se parece a querer. No me atrevo a preguntarte porque tengo miedo de tu respuesta. No sé si porque me dieras la razón o porque me la quitaras.
¿Me quieres?
martes, 24 de octubre de 2017
Auch
¿Por qué me encuentro tan mal?
¿Por qué ahora no puedo sonreír?
Si no es culpa suya, por dios, tiene fiebre, ¿qué demonios hago sintiéndome mal?... pero no puedo evitarlo. Y se ha despedido y yo no he podido responderle. Me dolía. Y he tenido que irme a mi cuarto para no llorar delante de mi madre. Pero no estoy llorando. No voy a llorar. No más. Se ha despedido y a mí me ha sonado a algo definitivo. Soy catastrófica, ya lo sé, pero lo tenía todo y de repente no tengo nada, de repente todo se ha cancelado o pospuesto y yo no quiero estar aquí. No quiero estar en ningún lado. Hoy no es un buen día. Puede que mañana sí. Puede que mañana no lo vea en todo el día y se me va a hacer raro. Y tedioso. Y aburrido. Dios mío, ¿por qué me siento así?¿Por qué no puedo dejar de pensar en ir a la cama y oler su jersey?, pero es demasiado pronto. Y él se ha ido a dormir y yo no sé qué hacer con mi vida. Quiero chocar la cabeza contra el teclado pero creo que no es lo más apropiado. Quiero decirle todo esto. Quiero hablarle, pero él no me respondería porque se ha ido a dormir. Y porque tiene fiebre. Quiero decirle que me siento muy rara respecto a él. Que no lo entiendo. Que sí lo entiendo. Que quizás no quiero entenderlo. Que mi vida era todo un mar de monotonía y tristeza y ahora él ha hecho que sea un poquito más triste pero que me compensa. Me compensa porque tengo algo que hacer. Tengo un motivo por el que sonreír. Es curioso que siempre hables de mis sonrisas cuando escribo. Deberías verme cuando te leo en wasap. Soy todo un teleñeco estúpido que no sabe fingir. Me quedo embobada, me dan ganas de tocarme cuando me dices ciertas cosas o me río por cosas que no tienen ninguna gracia.
Creo que necesito un respiro de tanta emoción. Me está empezando a pasar factura y no quiero sentirme peor.
domingo, 22 de octubre de 2017
Just what I needed
Me río.
Te espero.
Me desespero.
Te beso.
Me tocas.
Eres un mundo de sensaciones para mí. Eres algo que creí olvidado. Eres un comienzo que no quiero que acabe. Tengo esta estúpida necesidad de hablar contigo a todas horas y no entiendo cómo puedes estar tanto tiempo sin mirar el wasap. Tengo la querencia de tocarte, de sentir tu contacto cuando te tengo cerca y tú no haces más que alejarte. Tengo la imperiosa obligación de hacerme la dura contigo porque tengo más experiencia, pero me pierdes cuando te haces el difícil. Quiero esnifarte y quiero perderme en tus pelos, quiero hablar contigo de lo más nimio y lo más profundo, quiero escucharte durante horas, quiero que cantemos juntos en el coche, quiero que me lleves lejos, quiero dormir a tu lado, quiero drogarme contigo, quiero acostarme contigo y que vayamos despacio.
Pero tú no lo sabes. No lo vas a saber, al menos por ahora. Porque esto puede ser grande o puede ser una gran desilusión, y ahora no voy a permitirme crearte ilusiones que después se queden en eso, no me creo tan cruel.
sábado, 21 de octubre de 2017
Medio día después
Nos moríamos de ganas y por una vez no voy a intentar hacerme la loca respecto a esto. Me moría de ganas. Y tú también. Y yo lo sabía. Y dios, cómo lo disfruté. Pero ahora ya han pasado doce horas y no tengo claro cuál es el siguiente paso. Quiero decir, por mí podría seguir igual, pero después de haber pasado la semana más extraña y, curiosamente, divertida de mi vida no sé qué es lo que quieres. No sé qué pasa por esa mente tuya cuando no la tienes en blanco, no sé qué piensas de mí. Por mí podrían parar el mundo ahora mismo, de verdad que no tendría problemas. Me gusta esta versión de ti y me gusta no sentirme culpable, me gusta flirtear y creo que te lo he dejado más que claro. Pero no creo que para ti sea suficiente, al menos de aquí a poco tiempo, y no quiero que vuelvan los silencios incómodos.
jueves, 19 de octubre de 2017
Monster
Pero
Qué
Es.
Es curioso porque quizás para él sea lo mejor, pero probablemente para el resto del grupo no, el resto del grupo se puede sentir incómodo y sería culpa nuestra... en ese caso, ¿deberíamos fingir... más? Metafingimiento. Está claro que más de dos entradas al día en el mismo blog no me sientan bien. También tengo mucho sueño. Y ganas de llorar, aunque eso sea un estado base últimamente. En fin, todo lo "adultos" que podemos ser en persona lo dejamos de lado por el chat, somos más sinceros, pero... la liamos más, aunque en este caso haya sido culpa mía. Oh, joder, ¿por qué tuve que querer besarle? Ahora tengo el remordimiento y el vacío de no haberlo hecho. Sigo esperando una nueva frase que no va a llegar y que me diga que no quiere esto, que no me dé la razón, que me diga que hay una alternativa. Pero esa frase no va a llegar y volverán las tardes de escribir y de mirarte de reojo. Ya estoy empezando a cogerle el tranquillo.
Si yo, por otro lado, entiendo perfectamente cómo te sientes. Cometiste un error y yo no hago más que recordarlo, que hincar el dedo en la llaga, que darle vueltas pero es que de verdad que no puedo evitarlo. Supongo que no me conocías lo suficiente como para saber que pasaría esto, ¿quién se lo podría imaginar? Soy un monstruo. Necesito cariño para sobrevivir. Arrastro a quien quiera que intente ser mínimamente más cercano conmigo al infierno. No debería dejar que pasase, ¿no?
miércoles, 18 de octubre de 2017
Ni come ni deja comer
lunes, 16 de octubre de 2017
Sebsteam
jueves, 21 de septiembre de 2017
El masajista
Bueno, como si hubiera cambiado algo... en realidad no ha cambiado nada, pero no quiero que te conviertas en mi nuevo Bermellón o en mi nuevo Carlos, no sería justo para ti.
La verdad es que aun a día de hoy no entiendo qué tienes para triunfar tanto entre las chicas y a la vez no comerte ni un rosco. Eres simpático, pero no lo suficiente como para que te conozcan por tu encanto personal; eres guapo pero desde luego no una belleza; ahora ni siquiera estás en especial buena forma, entonces ¿qué tiene ese aura a tu alrededor para que tenga unas ganas desesperadas de abrazarte y comerte a besos cada vez que te tengo cerca?
Sé que aquel beso jugando a verdad o atrevimiento fue el inicio de todo. "Besa a quien tenga los ojos más bonitos" y me elegiste a mí. Oh, Rafa, si supieras cuán feliz me hiciste con aquel rápido contacto de labios. Y a partir de ahí todo ha ido a más. Ahora sueño contigo, con tus abrazos, con tus besos en el parque del Turruñuelo, es curioso porque sé perfectamente que no quiero nada más. Que ni siquiera quiero acostarme contigo, sólo quiero poder perderme en tu pelo durante unas horas y saber que tú solo estás pensando en mí.
Quizás por eso nunca vaya a pasar nada parecido. Quizás te pediría cosas que tú jamás vas a poder darme.
sábado, 8 de julio de 2017
Viajes
Y es que, después de cuatro años, me he dado cuenta de cuáles fueron los pilares de nuestra relación ya desde el primer momento: el cine, la comida... y viajar. Tres pilares un tanto prohibitivos si lo ves desde fuera, pero que, curiosamente, nunca nos molestó. Íbamos una vez a la semana al cine, nos gastábamos los diez euros que podríamos gastarnos en bebida en una película en VOSE y a la gente le parecía raro. Íbamos a cenar a algún sitio medio pijo yendo en vaqueros y gastándonos menos de veinte euros, no pasaba nada. Organizábamos viajes con meses de antelación para que después el resto del mundo creyera que nos hemos gastado un dineral en estar una semana por ahí cuando todo nos había salido más barato de lo que podría serlo jamás.
Ahora sigo organizando el que sería nuestro décimo viaje en condiciones aproximadamente. Solo que ya no es nuestro. Ya es mío y de otros. Ya no es tuyo y me cuesta no derrumbarme cada vez que encuentro algún sitio nuevo a visitar porque no estarás para visitarlo. El trabajo es lo primero. No estoy de acuerdo. No quiero que me duela el corazón hacer algo que me gusta tanto. Llámame egoísta.
jueves, 15 de junio de 2017
Cafés
Lo curioso es que al verte no me creaste esa sensación, te vi rapado (de nuevo) y no me gustó. Vi tu espalda y no me gustó. Pero por la noche, ese doble que he creado de ti para mi uso personal sí me gusta. Me gusta muchísimo. El problema ahora es intentar ser capaz de saber separar la realidad de la ficción y no creerme ni por un solo instante que el tú de mis fantasías se parece lo más mínimo al de la realidad.
miércoles, 15 de febrero de 2017
Luz azul
El hecho de que Manu me mandara un mensaje y yo notara cómo literalmente me daba un vuelco el corazón al pensar que era Jesús me hace darme cuenta de que es probable que necesite ayuda profesional.
Igual lo que me hace falta es pegarme chocazos contra la pared hasta que me dé un ataque de Alzheimer y me olvide de ti.
O quizás necesito tener un poco de perspectiva y ser consciente de que la imagen que tengo de ti es totalmente visceral y sesgada por mi mente adolescente perdidamente enamorada de ti de aquel entonces. Pero es que ese despertarme una y otra vez dentro del sueño y tener esa ansia por quedar contigo me parece algo que trasciende las metáforas y los dobles sentidos que pueden dársele a un sueño. Realmente estaba deseando verte. Y esa forma de decirte que lo dejaría todo por estar contigo... quizás no lo hiciera en la realidad, quizás no fuera tan melodramática, pero es que no creo que hayas cambiado tanto como para plantearme el hecho de que no sea totalmente cierto. No me estoy explicando.
Ahora ya no tengo el pelo azul, hace dos años que no nos vemos y, sinceramente, te echo de menos. Igual más de lo que me gustaría admitir, pero me gusta pensar en ti, sonriente y no-rapado, y en mí charlando como dos viejos amigos que se tienen más cariño del que jamás van a poder admitir. También es verdad que nos imagino acostándonos con cierta asiduidad, pero entiendo que eso ya es más complicado y que, yo qué sé, todo a su tiempo. Por ahora me conformo con que me respondas a ese "buenos días" que te he mandado hace diez minutos y ya se verá.
Me has respondido y sólo he sonreído, quizás escribir sí sea bueno después de todo.
martes, 10 de enero de 2017
Me pregunto si sabrá que lo espío cada cierto tiempo.
Me pregunto si notará mi aura alrededor de sus redes sociales.
Lo cierto es que esto empieza a preocuparme. Normalmente no tardo tanto en que se me pasen estos encoñamientos repentinos y reiterativos que siento hacia su persona, y si sigue así voy a tener que hablarle y va a ser todo muy raro. Ojalá pase rápido. Ojalá me hable. Ojalá me muera. Yo qué sé.
jueves, 5 de enero de 2017
Maletas
No pretendo que lo entiendas. No pretendo que me compadezcas. No pretendo ni mucho menos que compartas mi opinión. Pero esta noche he vuelto a soñar contigo después de tantos meses y no puedo quitarmelo de la cabeza. No puedo evitar imaginar una conversación en la que ese ansiado silencio incómodo y esa mirada apareciesen. Porque te necesito a mi lado para saber que no te necesito. Eres mi maleta. Esa maleta que todos llevamos a la espalda con una carga que intentamos eludir pero que, obviamente, no podemos ignorar. "Enamorada de su primer amor", cuán poético. Y siempre que te vea con el pelo no rapado pensare en lo guapo que siempre has sido y lo poco consciente que eres de ello. Pensaré en la imagen tan poco realista que aún sigo teniendo de ti. Pensaré en el polvo que nunca echaremos. Pensaré en lo fantásticos que podríamos haber sido juntos si la vida no fuera tan perra y tú siguieras sintiendo algo por mí.