domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Día D?

Va a hacer una semana que escribí la última entrada. Esa entrada en la que reitero que me dijiste que me querías. Has vuelto a hacerlo, bien lo sabrás tú, pero hoy no quiero hablar de sentimientos, al menos no de ese tipo de sentimientos. El lunes pasado, en uno de esos momentos en los que la tensión pudo cortarse con un cuchillo por la necesidad de tus palabras, te dije que lo que sentías era lujuria. Tú no me quitaste la razón. Tampoco me la diste. Llevamos una semana entera alargando lo inevitable cuando no estoy segura de querer que ocurra. O sea, está claro que quiero que ocurra, lo que no sé es si quiero que ocurra ya. Nos conocemos desde hace ya cierto tiempo, pero realmente no nos hemos conocido hasta hace poco más de un mes. Todo está pasando demasiado rápido. Después llega el momento de la verdad y me cuesta contener los gemidos, pero no quiero arrepentirme de lo que pase entre nosotros y, sobre todo, no quiero que tú te arrepientas. Hay tantas cosas que podrían salir mal. Tantos momentos que podrían ser incómodos. Y después dices que le doy demasiadas vueltas a las cosas, que deje de pensar pero, agh, se han pifiado tantos momentos en mi vida que no quiero que me pase contigo, contigo no, contigo no quiero cagarla, necesito que algo me salga bien por una vez en mi maldita vida.

Veremos qué pasa mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario