martes, 24 de octubre de 2017

Auch

¿Por qué me ha dolido tanto?
¿Por qué me encuentro tan mal?
¿Por qué ahora no puedo sonreír?
Si no es culpa suya, por dios, tiene fiebre, ¿qué demonios hago sintiéndome mal?... pero no puedo evitarlo. Y se ha despedido y yo no he podido responderle. Me dolía. Y he tenido que irme a mi cuarto para no llorar delante de mi madre. Pero no estoy llorando. No voy a llorar. No más. Se ha despedido y a mí me ha sonado a algo definitivo. Soy catastrófica, ya lo sé, pero lo tenía todo y de repente no tengo nada, de repente todo se ha cancelado o pospuesto y yo no quiero estar aquí. No quiero estar en ningún lado. Hoy no es un buen día. Puede que mañana sí. Puede que mañana no lo vea en todo el día y se me va a hacer raro. Y tedioso. Y aburrido. Dios mío, ¿por qué me siento así?¿Por qué no puedo dejar de pensar en ir a la cama y oler su jersey?, pero es demasiado pronto. Y él se ha ido a dormir y yo no sé qué hacer con mi vida. Quiero chocar la cabeza contra el teclado pero creo que no es lo más apropiado. Quiero decirle todo esto. Quiero hablarle, pero él no me respondería porque se ha ido a dormir. Y porque tiene fiebre. Quiero decirle que me siento muy rara respecto a él. Que no lo entiendo. Que sí lo entiendo. Que quizás no quiero entenderlo. Que mi vida era todo un mar de monotonía y tristeza y ahora él ha hecho que sea un poquito más triste pero que me compensa. Me compensa porque tengo algo que hacer. Tengo un motivo por el que sonreír. Es curioso que siempre hables de mis sonrisas cuando escribo. Deberías verme cuando te leo en wasap. Soy todo un teleñeco estúpido que no sabe fingir. Me quedo embobada, me dan ganas de tocarme cuando me dices ciertas cosas o me río por cosas que no tienen ninguna gracia.

Creo que necesito un respiro de tanta emoción. Me está empezando a pasar factura y no quiero sentirme peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario