sábado, 11 de diciembre de 2010

Día -1 (es decir, ayer)

Me moría por volver a ir a su casa. En la mía no hay intimidad, y en la suya sí, dentro de lo que cabe.
Después del viaje en autobús y un almuerzo la mar de bueno (pero ya lo sé, como poco, no puedo hacerle nada...), su madre no nos dejaba irnos a su cuarto. Parece que se cree que vamos a hacer algo raro... empezamos a ver next, yo me dormí, poco tiempo la verdad, y me fui a "ayudar" a su hermano, que estaba haciendo los deberes de francés. Él me siguió y terminamos en la salita matándonos los tres a cosquillas, hasta que su madre llegó y nos dijo que nos fuéramos afuera. Decidimos salir a dar una vuelta ya que allí no podíamos hacer nada interesante (al menos no para nosotros, que somos unos básicos y sólo queríamos hacer una cosa). Llegamos a un campo de baloncesto anegado, y me puse a dar vueltas como una loca hasta que terminé abrazada a una de las canastas, y él a mi lado, muy cerca... tan cerca... nos besamos, pero no duró mucho, él se separó, por lo visto podía venir su padre y pillarnos, así que nos fuimos a un parque a las afueras de la urbanización. Estaba oscuro. Se sentó en un banco y yo encima suya, y nos besamos durante un montón de tiempo, la verdad es que no sé cuanto, pero la verdad es que no quería que se acabara. Estuvimos hablando abrazados durante mucho tiempo, él apoyado en mi pecho y yo haciéndole rulitos en el pelo hasta que volvimos a besarnos. Al cabo del rato escuchamos la puerta del parque, habían cerrado, menos mal que estaba el guarda allí... y tenía las llaves. Volvimos a su casa, estuvimos en su cuarto charlando con la puerta abierta (como la tuviéramos cerrada los padres lo iban a matar) y llegó mi madre. Qué coraje, no quería irme, pero me fui, como pasa siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario