Día 20. Nochevieja

Último día del año. Se me hace tan raro pensar que ya se ha acabado, cuando en realidad se me ha hecho larguísimo. Tantas cosas que han pasado en un año genial en casi todos los sentidos y sin embargo se acaba. No es justo. Quiero seguir, nunca me han gustado los cambios, y este es uno muy gordo. No, no, no y no, que no, joder, paso del 2011, es un número horrible.
En otras circunstancias estaría deseando que llegara fin de año, sólo cambiando una decisión, pero esta noche tendré que ir por... ¿décimo? año a casa de Cristina a comer las uvas y darle besos a to'dios. Me compré aquel vestido de terciopelo negro con otras intenciones, no para presumir de que un año más estoy más guapa que Cristina, eso ya no tiene mérito, sino para lucirme un poco delante de cualquier persona menos de ella.
Qué equivocada estaba de la vida, como siempre.

Día 16. Musical

Quedamos por segunda o tercera vez en lo que va de vacaciones. Volvimos a ir al centro, volvimos a tener una mañana incómoda y volvimos a resolverlo. Decidimos ir al cine a ver burlesque, y a las cuatro ya estábamos cogiendo puerta para nervión. Entramos en la sala tres cuartos de hora antes y nos sentamos en la última fila, en la esquina marginados. Me senté encima suya y me puse a hacerle rulitos en el pelo, y como no había nadie, terminamos besándonos exageradamente. Llegó otra pareja, y después otra, y otra, y unas cuantas más. Empezó la película. Sorprendentemente tardamos bastante en ponernos a pasar de ella, pero cuando empezamos ya no pudimos parar. Una hora y media sin prestar la más mínima atención a la pantalla, y la verdad, me daba más bien igual, aunque tenía todas las vértebras agarrotadas de tanto estar en la misma postura y cada vez que me tocaba la espalda daba un respingo, de esos de dolor mezclado con cosquillas que dan de vez en cuando. Parecía que se había tomado en serio lo de meterme mano más exageradamente. Salimos de la sala sin habernos enterado de nada, y volvimos sin ganas a la estación de metro, y como consecuencia a Triana y cada uno a su casa.

Día 13/14. Navidad

Todas las nochebuenas son iguales. Cada año se cena en casa de la abuela o de alguno de los tíos (ya que todos viven en la misma calle va rotando y cada año toca en una distinta). Nos juntamos treinta personas a cada cual más bruta y chillona para comer mucho marisco o, en mi caso y el de los menores de veinte años, filetes empanados con ketchup y mayonesa. Después toca sesión de villancicos mal cantados (y como consecuencia, hoy ha llovido) y charlas extrañas entrecortadas porque cada cinco segundos salta alguien interrumpiendo a gritos al que está hablando, o a Jacinto borracho perdido mirándome a loz ojoz y diciéndome que tenga cuidado con los chicos...
Pero esta vez ha sido distinto. Quería pasar una noche normal con mi familia, pero por un momento tuve la sensación de que faltaba algo. Alguien. Unos cuantos más y habría sido perfecto, pero no estaban. Faltaba familia. MI familia. Mía y sólo mía.

Día 13. A escondidas

Me sabe la boca a sangre, me tiemblan las piernas, tengo un nudo en el estómago y me cuesta respirar, y todo por una casualidad. No quería que nadie más que él leyera este blog, que fuera nuestro secreto, y tenía que mandarle una invitación. Vi su nick y recordé que no era ese el que usó para escribirme un comentario en el otro blog. Cliqué y salió su perfil y un blog. "Mi cabeza?". ¿Qué era semejante título? Todo en negro y con tan sólo tres entradas, seguía sin entender que era aquello. La primera databa de junio y la segunda y tercera de septiembre, aunque cronológicamente eran del puente de la constitución. Leí la segunda entrada y no sabía que pensar. "A ella se le sigue acelerando el pulso cuando nos liamos ahí en plan exagerado... a mí no". ¿Qué?¿Y qué sentías entonces?¿Por qué me decías que te lo habías pasado bien si ni siquiera te había gustado? Es cierto, tiendo a excitarme demasiado rápido, quizás por eso le mandé aquel mensaje que decía que quería follar con él, pero ahora me doy cuenta de que es una completa estupidez. Sólo siento escalofríos por todo el cuerpo, y sé que no quiero hacerlo, que me cuesta la propia vida respirar y que no serviría de nada porque tengo la certeza de que no nos gustaría.
1/12/12, la fecha clave en la que en teoría tendremos que perder la virginidad. No quiero perder la virginidad, ya no se me acelera nada cuando nos besamos, ya sólo es por pura gula el liarnos, después de todo, puede que seas tú y no yo el que necesite experimentar cosas nuevas, comparar con las antiguas y elegir. Después de todo, puede que no tengas razón, que no sea yo la persona indicada y, si realmente no sientes nada, te hayas equivocado a la hora de decidir qué significado tenían tus sentimientos.

Día 13-1. Diferencias esenciales

Pensaba escribir esta entrada ayer, pero ya es hoy, aunque lo que cuento pasó ayer aunque sólo hayan pasado diez minutos desde que terminó el día. A Jesús, pese al suspenso en química lo dejaron quedar, y eso hicimos. Llegó justo cuando había terminado de desayunar y nos fuimos al centro, al principio bien pero después empezamos a no hablar, y él me preguntaba constantemente que si me pasaba algo. En realidad era una tontería, quería que me cogiera la bolsa del fnac pero no me lo había pedido y a mí me daba cosa largársela así, sin más. En fin, que era bastante incómodo. Almorzamos, mi madre se fue y nos quedamos los dos solos en mi cuarto. Tenía sueño, y me hice la dormida acercándome cada vez más a él, y de repente me abrazó. Estaba en el paraíso. Al rato me separé de él pero no por mucho tiempo, ya que nos dio por besarnos a lo bestia. Terminamos medio asfixiados, él apoyado en mi pecho y yo que creía que iba a morirme. Llegó mi padre, nos pusimos a escuchar música, a hacernos cosquillas y él sin querer me pegó un codazo en la mandíbula. En realidad no me dolió nada, pero terminé haciéndome la enfadada y le abracé... y terminó en beso one more time. Nos fuimos al altozano a esperar a Paco para irnos a casa de Antonio a ver una película, y al poco llegaron Laura J. y Ángela. Yo estaba medio dormida pero empezamos a ver la película después de mucha indecisión y votaciones innecesarias. Jesús se tenía que ir pronto, lo acompañamos a chapina y decidimos que nos íbamos a quedar en casa de Antonio a comer. Comimos pizza por segunda vez y nos pusimos a ver valiant. Me apoyé encima de Antonio, que era a quien tenía al lado, y me rodeó el cuello con el brazo. Laura se puso encima mía, y nos dedicamos a meternos mano, y Antonio haciendo cosas raras y con la ayuda de nuestras manos terminamos haciendo que nos metiera mano a nosotras. Después le desabrochó el sujetador a Laura, y después me tocó a mí. Puso la mano más abajo, citado expresamente por Laura "entre mi teta y tu culo", lo cual no me importaba absolutamente nada. Nos fuimos a las diez y media, Paco me echó la bronca por dejarme "tocar" tan fácilmente y yo le dije que Jesús sabía que yo no quería nada con nadie que no fuera él, pero que sin embargo me daba coraje que me tocara tan poco, aunque no le logré convencer. Nos dimos muchos besos y abrazos y nos deseamos a todos feliz navidad.

Día 13-2. Notas

Después de darnos las notas, fuimos a comer al mcdonald's y al final fue al telepizza. Paco, Laura's, Antonio y yo. Terminamos y fuimos a casa de Paco, Laura J. llamó a Juan porque iba a venir pero al final no y se tiró una hora y media hablando con él. Fuimos a una tienda de videojuegos y después al labradores a por el carnet de Paco. Tuvimos que volver a la tienda porque Antonio se había dejado el paraguas, y estaba lloviendo. Le acompañamos Laura J. y yo, ella con su paraguas y yo con Antonio con el de Laura B. anteriormente roto por Paco. Lo cogimos pero Laura se encontró con una de remo y se tiró un buen rato hablando con ella. Al final fuimos a casa de Paco, estuvieron jugando a un juego de la play de matar personas y despellejar animales montado en un caballo, y Antonio con la psp, y yo apagándosela continuamente, al final estuvo muy bien la tarde, aunque hubiéramos pensado que iba a ser un muermazo.

Día 8. Morreos de reconciliación

Se suponía que íbamos a quedar con Paco, Antonio y quien quisiera apuntarse, pero no conseguía localizar a nadie. Fuimos al centro por la mañana, a comprar regalos de navidad, y la verdad es que me sentía un poco violenta, después del mosqueo del viernes. Casi no hablábamos, íbamos serios los dos de camino a mi casa, pero en vez de irnos de vuelta volví al pimkie a probarme un vestido que me había gustado. Entró conmigo en el vestuario, me desnudé (me encanta esa palabra) y me puse un vestido negro de terciopelo. Me dijo que me quedaba bien, me probé otro que no tanto, le miré y sin poder remediarlo me acerqué a él y le besé. Me rodeó la espalda con los brazos y nos embarcamos en un beso que parecía no tener fin, pero de repente se escuchó de fondo un "lo siento" y se separó de mí. Volvimos algo cortados, sin saber muy bien lo que acababa de pasar. Comimos y como seguíamos sin poder hablar con nadie decidimos ir al cine a ver tron. Fuimos, entramos en el cine, por lo visto la película era en 3D, y nos sentamos. Casi al empezar me puse encima suya, y después de un rato de película le miré indiscriminadamente para que se diera cuenta de que necesitaba sus labios urgentemente. A la segunda vez lo pilló, le quité las gafas y nos decidimos a ahogar al otro con la lengua, lo cual molaba un montón. Cuando nos separamos me puso la mano en la cintura pero bastante arriba, cosa que no entendía del todo, o me metía mano de verdad o no, pero no el intento ese extraño de tocar algo. Le cogí la mano y se la metí por debajo de mi camiseta, y él, algo extrañado, volvió a besarme. Estaba que no cabía en mí de felicidad.
Terminó la película, ambos sin enterarnos de nada de lo que había pasado, y nos fuimos a la parte de arriba de plaza de armas. Al rato dijo que se tenía que ir, y yo, muerta de pena, le acompañé a la salida. Me dio un beso lento de despedida y yo le dije que le quería y que nos veríamos el martes.
Cada uno se fue por su lado.

Día 6. Puertas y pajas

Tenía tantas ganas de que llegara el viernes... vino Jesús a casa y sobre las cinco nos fuimos a casa de Laura J. Antes más o menos nos enfadamos porque no le dio la gana de abrir la puerta de mi habitación (antojos que le dan a una cuando tiene la regla) para cerrarla después. En fin, que nos reconciliamos y nos fuimos. Por el camino nos encontramos a Paco y a Laura B. y nos fuimos todos a la casa. Al poco llegaron Antonio y Miguel, y montaron la cachimba. Llegó Yago, fumaron un rato, Paco echó un gapo por el balcón ¬¬, Jesús lo imitó y a mí me dio un asco de muerte teniéndolo al lado, así que me cambié de sitio y no me volví a poner cerca suya en toda la tarde, y tampoco ha hablarle, cogí un cabreo enorme, potenciado por lo sensible que estaba (y estoy). Así que allí estábamos, pasándolo fatal todos, no teníamos nada que hacer, hasta que se fue Antonio, llegó Marta y nos pusimos a jugar al pictionary. Después fuimos a acompañar a Jesús, hubo un percance con las llaves y cuando nos quisimos dar cuenta nos dejaron solos. Él me preguntaba qué me pasaba, yo no quería responderle, sólo tenía cabeza para sus labios. No nos habíamos tocado en toda la tarde y le tenía unas ganas que daban yuyu, pero aun así más o menos logré explicar lo que me pasaba, y él me pidió perdón. Era suficiente. Me tiré encima suya pidiéndole sin palabras que me abrazara, y eso hizo. Él se fue, nosotros cenamos en el burguer king y después nos tiramos una hora en un banco de la calle san Jacinto hablando de sexo.

Día 4. Angers

Después de una excursión al parlamento en las que no nos hemos hecho más fotos porque no hemos podido, tres horas de clase, un beso frío, la comida y el dentista, tuve que ir a la reunión que había organizado la puta de francés. Le digo puta no porque lo sea, sino porque siempre lleva vestidos escotados y cortos... y porque me cae un pelín mal. En fin, que allí estábamos Miguel, Marta y yo... y todos los padres. Nos fuimos a recorrer el instituto y las partes que normalmente no podemos ver, y ha resultado ser una decepción. Después vinieron más personas jóvenes y nos metimos a regañadientes a ver la presentación. Al rato Laura B. y yo nos fuimos fuera, nos encontramos con Ángela, nos tocó el oboe (hija de puta, qué bien toca la cabrona) y nos fuimos. Puf, estoy agotada después de haber subido las fotos de esta mañana y haberlas etiquetado todas...

Día 2. Evaluaciones

¿Suspenderé alguna asignatura?¿Ciudadanía, tal vez? Puede, pero me da igual, con tal de no volver a catear lengua... María (tutora) nos ha dicho que vamos mal y que hablamos mucho, pero da la casualidad de que llevan diciéndonos eso desde que estamos en segundo de primaria, y que somos el peor curso, etc, etc, al final es siempre lo mismo, ¿no dará igual?
En fin, dejando a un lado las notas, Antonio sigue igual de enfadado conmgo igual que hace dos semanas, y la verdad es que me da más bien igual. Estoy siempre enfadada con él, y ahora dice que está planteándose perdonarme... no hay nada que perdonar, se enfadó él, como mucho tendría que perdonarle yo, pero se cree tan especial que... en fin, dejémoslo.
En resumen, mi vida es un continuo aburrimiento.

Día 1. Cristina

Ella. Mi anti yo, mi némesis, mi contraria, mi archienemiga, mi negativo...
Ocupó gran parte de mi vida, y hoy volvió a ocurrir. Es la hija de una amiga de mi madre, pero no por eso ella es mi amiga. Repelente, odiosa, no hay nadie de su edad a quien le caiga bien. He tenido que pasarme todo el día con ella, y hacemos como si incluso nos cayéramos bien, nada más lejos de la realidad. Hablamos, yo me río, ella se ríe estrepitosamente, me sigue a todos lados, me cotillea todo mi cuarto, intenta averiguar todo sobre mi vida. Siempre me ha dado la impresión de que soy su especie de ídolo, siempre intentando parecerse a mí, y nunca lo consigue, al menos era lo que pasaba antes, ahora lo disimula más, ni siquiera nos hablamos en el instituto, y, dios, como me he alegrado cuando mi madre me ha dicho que no vamos a celebrar este año noche vieja con ellos.
Foto: la de la izquierda es ella, la de la derecha soy yo... y ya lo sé, ninguna es que salgamos lo que se dice bien.

Día -1 (es decir, ayer)

Me moría por volver a ir a su casa. En la mía no hay intimidad, y en la suya sí, dentro de lo que cabe.
Después del viaje en autobús y un almuerzo la mar de bueno (pero ya lo sé, como poco, no puedo hacerle nada...), su madre no nos dejaba irnos a su cuarto. Parece que se cree que vamos a hacer algo raro... empezamos a ver next, yo me dormí, poco tiempo la verdad, y me fui a "ayudar" a su hermano, que estaba haciendo los deberes de francés. Él me siguió y terminamos en la salita matándonos los tres a cosquillas, hasta que su madre llegó y nos dijo que nos fuéramos afuera. Decidimos salir a dar una vuelta ya que allí no podíamos hacer nada interesante (al menos no para nosotros, que somos unos básicos y sólo queríamos hacer una cosa). Llegamos a un campo de baloncesto anegado, y me puse a dar vueltas como una loca hasta que terminé abrazada a una de las canastas, y él a mi lado, muy cerca... tan cerca... nos besamos, pero no duró mucho, él se separó, por lo visto podía venir su padre y pillarnos, así que nos fuimos a un parque a las afueras de la urbanización. Estaba oscuro. Se sentó en un banco y yo encima suya, y nos besamos durante un montón de tiempo, la verdad es que no sé cuanto, pero la verdad es que no quería que se acabara. Estuvimos hablando abrazados durante mucho tiempo, él apoyado en mi pecho y yo haciéndole rulitos en el pelo hasta que volvimos a besarnos. Al cabo del rato escuchamos la puerta del parque, habían cerrado, menos mal que estaba el guarda allí... y tenía las llaves. Volvimos a su casa, estuvimos en su cuarto charlando con la puerta abierta (como la tuviéramos cerrada los padres lo iban a matar) y llegó mi madre. Qué coraje, no quería irme, pero me fui, como pasa siempre.

Cosas que hay que saber

-En teoría empezamos a salir en mayo.
-Realmente empezamos a salir en septiembre.
-Nuestro primer beso fue el veintiséis de febrero, en su casa, después de haber dormido juntos... con otro chico (aunque dormir dormimos poco).
-Llevábamos queriéndonos desde sexto, es decir, desde hace tres años.
-Nos lo dijimos y pasamos completamente de salir.
-Tengo cierta tendencia a soñar con él, y no son precisamente sueños tranquilos.
-Nos vemos de martes a viernes a la salida, y el viernes siempre quedamos, con o sin más gente, sin falta.
-Últimamente quedamos sólos, nos vamos a su casa y nos damos unos morreos de no te menees.
-No nos hemos acostado... pero ambos hemos admitido que queremos hacerlo, pero no por ello vamos a hacerlo.

Día 0

Después de darme cuenta de que llevo desde antes del verano sin escribir en mi diario, he decidido hacer otro, más bonito además, y más fácil de escribir. En realidad esto serviría de plantilla para lo que es mi proyecto, escribir un libro sobre mi vida, aunque como soy un poco floja, no me da tiempo a escribir todo lo que me pasa (ni que fuera muy interesante).
Sólo tengo catorce años recién cumplidos, soy una cría, pero hay un tema sobre el que siempre puedo escribir y no aburrirme... mi vida amorosa es un completo desastre. Antes lo era más, ahora simplemente nos dejamos llevar, pero corto con el chico que más quiero del mundo cada mes, y siempre más o menos por lo mismo, es decir, por nada. Nadie nos entiende, sobre todo mi mejor amiga. Se supone que llevamos saliendo desde mayo... nada más lejos de la realidad, si nos ponemos tiquismiquis aún no estamos saliendo, pero me gusta mucho estar con él (sí, soy hetero tirando para bi, pero eso es otra historia), y a él le gusta estar conmigo (creo y espero), así que nos las arreglamos para escaquearnos de nuestros agobiantes amigos y poder estar sólos siempre que podemos.
He aquí mi vida normal de adolescente pava... y algunos sueños algo eróticos.