Eres un idiota. ¿Qué quieres de mí? Pasarlo bien, supongo, ¿pero cómo? A veces te veo casi intentarlo con ganas pero las intenciones tal como llegan se van y a mí me cansa tu falta de iniciativa. ¿Era lo de ayer iniciativa? "No, solo quiero entretenerte" y mis ovarios se cayeron al suelo junto a mi mandíbula durante un segundo. Pero me cuesta no preguntarte, saber dónde están las líneas que no puedo cruzar, seguir conociéndote sabiendo que voy a terminar enamorándome de ti hasta las trancas y no voy a poder volver a verte, joder. ¿Son tres semanas demasiado poco tiempo? Sí, claro que sí, no sé nada de ti y desde luego tú no sabes absolutamente nada de mí. Pero me miras y el universo se para durante un instante. Entras en la casa y el ambiente cambia. Nos cruzamos y no puedo evitar sonreír. Y aunque te mueras de frío vienes a verme, proyectas tu borrachera en mí, me tocas el brazo esperando un acercamiento y me dices "okay" y yo sinceramente no sé qué más necesito. Un cartelito o algo. Si por mí fuera me habría quedado ayer en la cama contigo, te habría acariciado la espalda durante toda la mañana y habría buscado el acostarnos después de lavarnos los dientes. Quiero investigar tu cuerpo. Olvidar que él pasa de mí porque en el fondo tú me pareces mucho más interesante y definitivamente mucho más guapo. Da asco lo guapo que eres. Me pregunto si te parecerá atractiva mi contradicción, la dinámica de mierda de parecer mucho más alegre de lo que soy y si te sientes especial por creer que puedes ver a través de ella o si simplemente te doy pena. Ahora mismo tiro más por la segunda opción, no te voy a mentir, pero es por la mañana y no tengo ganas de desayunar, solo de seguir bebiendo para tener los ovarios de decirte a la cara lo muchísimo que me gustas sin tener miedo a tu rechazo. Porque últimamente tengo la sensación de que todo sale bastante mal y tú, para mi eterna sorpresa, estás siendo la excepción a la regla. Creo. Es agotador, es realmente agotador no poder dejar de pensar. Si tan solo me dejara llevar por un puto momento igual la cosa iría a mejor pero en su lugar me dedico a estirar la cuerda a ver cuánto aguantas antes de soltarla para terminar en el barro una vez más.
Supongo que el problema también es que para mí el sexo siempre ha sido algo bastante secundario. Sí, me he comprado cuchillas para caer en el convencionalismo social de no ir enseñando los pelos de las piernas porque no descarto terminar en la cama (habrá que ver qué cama) contigo pero en el fondo lo que quiero es tocarte. Cogerte de la mano. Rozarte la pierna. Acariciarte las pestañas. Abrazarte, dormir a tu lado. Y sé que me estoy obsesionando por cosas muy nimias y el mundo se me va a terminar haciendo muy cuesta arriba por ello. Así que para compensar me hago la fuerte y no te espero para ir a la oficina, trato de ignorar lo que me dices y así todo el día, siendo un puñetero mecanismo de defensa con patas. ¿De qué me tengo que defender si en tres semanas no volveremos a saber el uno del otro? Tú intentarás levantarle la novia al chaval porque claro, es el amor de tu vida. Y yo pues trataré de no morirme de la pena por el camino. Mátame, camión.
Y así todo el día. Fingiendo que no te espero. Fingiendo que no te miro de reojo. Fingiendo que no tienes toda mi puta atención. Fingiendo que no tengo ganas de besarte todo el tiempo. Y es que no me canso de mirarte. Me cuesta ser una persona decente a tu lado, me miras y me sonríes y al principio tenía la sensación de que lo hacías con todo el mundo pero ahora ya no estoy tan segura. ¿Cuál es la diferencia entre ser amable y ligar?¿Dónde está la línea?¿Acaso la has cruzado siquiera? Una mirada no es ligar, decir "okay" cuando te digo que me gustaría besarte no es ligar. No consigo entenderte y ya no es una cuestión de idiomas. Pero es una gozada mirarte y escucharte cuando no estás haciendo el imbécil. Ojalá tuviera el coraje suficiente para no convertirme en un manojo de nervios cada vez que te tengo cerca.
Estás aquí, tratando de encender el fuego sin éxito. Te miro, te enmarcaría y te contemplaría durante horas. Voy a coger un resfriado por tu culpa. No sé si intentas ligar conmigo, si eres así, no sé nada y eso me da mucha ansiedad. No poder meterme en tu cabeza. Pero intento no pensarlo demasiado (sin éxito), no comerme la cabeza (sin éxito) y disfrutar el momento (con éxito a ratitos, sobre todo cuando te pones mínimamente cariñoso). Pero no puedo evitar pensar que en realidad no te gusto. Soy un cacho de carne que te presta atención y cuando el voluntariado termine no volverás a pensar en mí. Y eso me duele, coño. Yo aquí diciéndote cosas bonitas e incluso disculpándome por ser una borde y tú... joder, es que tú ni siquiera me has dicho una sola cosa que te guste de mí mientras todo el universo parece intentar decirme cosas bonitas y yo solo puedo pensar que ojalá las escuchara de tus labios para poder decir que vomito purpurina. Te vas y por un momento tengo la sensación de que quieres que vaya contigo pero después literalmente me dices que me vaya, que tienes que hacer unas llamadas, pero antes de irte me das un beso, a mí se me cae el coño y la vida sigue. Pero después somos nosotras las frías y calculadoras, después somos nosotras las malas. Estaría bien poder pedirte un poquito de responsabilidad afectiva pero no tendría ningún sentido viendo el panorama. Ni siquiera puedo pedirte un beso, ¿cómo voy a pedirte algo más? Me pregunto si tú pensaste en nosotros viviendo juntos, en nuestros hijos cuando te diste cuenta de que aquí soy toda tuya. Yo lo hice, claro que lo hice. Imaginé cómo sería mudarme a Estonia y vivir en una casa de madera roja casi al momento de conocerte e imaginé lo guapos y exóticos que podrían ser nuestros hijos y después me acordé de que no quiero tener hijos pero pensarlo lo pensé. Pensé que no tenía sentido después, eso sí, porque... ¿por qué? No lo sé, supongo que no nos conocemos y que tú en el fondo no quieres que te conozca, al menos hasta cierto punto.
Las acciones valen más que las palabras. ¿Dónde queda entonces el regalarte un pudin de vainilla?¿Y todas las gilipolleces que te he dicho a lo largo de la última semana?¿Qué es más importante? No puedo leerte la mente, chaval, por muy intensamente que me mires. Dices que se te dan mal las despedidas, que no dices adiós y me besas y no sé si lo haces porque no puedes aguantarte las ganas o para que yo deje de intentar meterme en tu cabeza. No sé, después de una semana no sé si yo a esto lo llamaría diversión. Pero después te apoyas en mi pecho y yo te beso el cuello y todo mi mundo se diluye.
Decir que quiero quedarme aquí un mes más por otra razón que no seas tú sería mentir cual bellaca. La casa es un asco, la oficina es un coñazo y la gente está bien pero tener que pasar de nuevo por el tener que conocer a un grupo de nuevo me agota. Solo quedas tú y, sinceramente, a estas alturas no es que no sepa si me merece la pena, es que sé que no me la merece. Tu tristeza me inunda y mi subconsciente me traiciona, por un momento pensé que por fin había encontrado a alguien que no necesitaba ser salvado y resulta que mi complejo de salvadora sabe más que yo. Pero no puedo ayudarte, no me dejas entrar detrás de ese muro de adamantio que tienes construido y tampoco quieres adentrarte en mi mundo, ¿qué nos queda entonces? Noches de borrachera y un dolor acuciante en el pecho.
No sé qué más decir pero, como unos cuantos meses atrás, siento que si no escribo me moriré de pena. Creo que nos debemos una conversación honesta pero no sé de qué serviría. Te veo ir y venir y yo me quedo en medio esperando que te des cuenta de que estoy aquí. Pero no lo haces y a mí el mundo se me cae a los pies de nuevo. No creo que sea justo que juegues con los sentimientos ajenos de esa forma, ¿crees acaso que eres el único con la potestad para sentir dolor?¿Cómo se dirá "deja de marearme" en inglés? Dudo que la traducción literal sea correcta. Pero sí, por favor, deja de marearme. Creo que lo estás haciendo, aunque eso suponga bastantes momentos incómodos durante el resto del voluntariado y una decisión imposible de tomar. Me gustaría luchar por ti, tengo las ganas y el ánimo para hacerlo pero es una guerra que no puedo ganar y tres derrotas seguidas son más de lo que mi cuerpo puede aguantar. ¿Qué hago entonces?¿Me quedo y me arriesgo a estar así un mes más o me vuelvo y lloro por lo que pudo ser y que no será? Nunca he sido una cobarde en ese sentido, hasta que no me estampan en la frente un NO como una catedral no me doy por vencida y no sé si tú lo has hecho. Quizás debería preguntarte si consideraste una cita las dos pizzas a medio compartir o si quieres venir al cine. A tomar por saco mi orgullo una vez más.
Es mi último día aquí y no sé cómo me siento. No quiero volver, no echo de menos Sevilla, no tengo nada ni nadie por lo que volver y aquí las endorfinas me saturan el cerebro. Tengo la sensación de que me quieres decir algo pero no sé el qué y me da miedo averiguarlo. Ahora estás abajo viendo Mamma Mia y yo solo tengo ganas de llorar. La última noche estoy sola en el cuarto haciendo el check-in borracha y escribiendo porque tú has preferido, de nuevo, hacer cualquier otra cosa a estar conmigo. Tengo sueño, tengo muchísimo sueño y solo quiero hablar contigo y que me digas que me vas a echar de menos. Pero a estas alturas sé que no lo vas a hacer, ya te conozco lo suficiente como para ser consciente de este tipo de cosas. De que quieres irte a Turquía, de que estás enamorado de ella, de que si lloras es por ella y no por mí. Al menos me alegro de que no sufras por mí, no me gustaría hacerte daño. Pero la realidad me abruma y solo puedo pensar que ni siquiera eres consciente de que estoy aquí, esperándote, ¿cómo lo vas a saber?, si no tengo forma de comunicarme contigo, si lo máximo que hago es decirte una frase y esperar una palabra como respuesta, esto no me merece la pena. Pero hoy me has cocinado y yo sé que lo has hecho con toda tu buena intención y quizás creerás que me estaba cachondeando de ti pero realmente me ha parecido un gesto de lo más tierno. Una pena que ahí se haya acabado todo. Ni charla, ni besos ni abrazos ni nada de nada, ¿quién puede competir con Mamma mia? aparentemente yo no, pero tampoco es algo que me sorprenda a estas alturas, no sé, intento no esperar nada de ti pero el subconsciente a veces me juega malas pasadas y me creo de verdad que puedes querer algo de mí. Mal por mi parte, lo sé, pero una no pierde la esperanza de ser...
Llegaste a mitad de la frase y no me dejaste acabar de quejarme. Me alegro de que lo hicieras. Aún hay muchísimas cosas que no entiendo de ti pero si consigo que no me ignores hasta que volvamos a vernos (porque sí, me niego a pensar que no nos vamos a volver a ver y creo que tú también) creo que con un poco de esfuerzo podría llegar a conseguir que te abrieras. ¿Por qué te da tanto miedo?¿Qué te ha pasado en la vida para que no seas capaz de sentirte vulnerable? Quizás en ese sentido yo soy el otro extremo y me abro en exceso esperando una respuesta más o menos proporcionada y al final termino con demasiados daños emocionales. Pero anoche dormiste conmigo y no pasé ni demasiada mala noche en cuanto a sueño se refiere, esta mañana me has abrazado y me has sonreído y ha sido tan difícil tener que separarme de tu lado que ha dolido. Por no hablar de tus manos entre mis piernas anoche. Sí, estoy dispuesta a quererte unas semanas más, a luchar por hacerte feliz, a buscarte. Va a ser complicado y doloroso pero ahora mismo me da igual, te quiero. Y todos sabemos que yo siempre he sido de enamorarme rápido pero después también conquisto tarde o temprano y desde luego algo hay.
It's funny to read myself after a month and a half. How things have changed. How wrong I was in so many aspects. And how other things haven't changed at all. I'm so angry. Everytime I think about it I just want to punch the wall. And the worst part is that I'm not even angry at you anymore. I want to forgive you so bad that even though I can't, I can't get mad either. I'm angry at myself. I hate myself for loving you, for trying to find solutions to something you don't even consider a problem. I can't go with the flow, what the hell are you going to do here for a month when you don't even know what I am to you? I don't know if I am strong enough to wait for you to discover it, specially when the possibility of finding myself very alone and very broken in the end is very real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario