16/03
Y me tienes embelesada. Y si estas semanas dudé en algún momento del amor que te profeso en estos dos días ya no hay lugar a dudas. Pero es tan complicado. Ahora que por fin hay algo de reciprocidad entre nosotros la vida se entromete y decide apuñalarnos, separarnos, hacernos luchar por algo imposible. Pero te quiero y quiero luchar por ti, por pasar... no mi vida, pero sí una temporada a tu lado. Quiero verte amanecer y verte anochecer. Quiero hacerte reír y ver pelis y naturalizar el sexo estando sobrios. Quiero enseñarte español. Quiero que me enseñes estonio y que me digas "fresa" al oído. Quiero oírte gemir. Quiero descubrir el mundo contigo, conocer a tu familia, a tus amigos y sí, a ellas también, quiero saber de ti y de tu circunstancia. Quiero abrazarte por las noches y darte la mano mientras paseamos, quiero verte quedarte dormido en mi cama. Pero en dos semanas lo más probable es que tengamos que coger un avión a una punta diferente de Europa y el corazón me duele ante las posibilidades. Qué lejos queda aquella entrada en la que dije que no me disgustaba la idea de no volver a verte en un mes cuando ahora lo único que me quita el sueño es la posibilidad de no volver a verte. Y creo que tú sientes un poco lo mismo, que para ti también es importante el hecho de estar aquí como lugar físico pero que me he convertido en alguien trascendente en este universo en miniatura croata. Me persigues. Me buscas. Y yo te adoro por ello. Me da coraje que haya tenido que ser a base de celos y estratagemas pero al menos funcionó. Me haces reír como nadie lo había hecho antes, aunque a veces termine siendo un poco cargante. Eres una montaña rusa y por ahora me gusta, me gusta muchísimo.
Nos han dicho que se ha aprobado el proyecto. No es seguro, no quiero creer a Gigi, no es una fuente fidedigna pero no puedo dejar de pensarlo. No puedo dejar de pensar en tu mirada, en la tensión de tu cuerpo cuando lo dijeron, vi la felicidad en tu sonrisa. Y qué coño, a estas alturas sé que quieres quedarte por mí. Igual que yo quiero quedarme por ti. Supongo que no estás enamorado pero tus besos son distintos en estos últimos días, algo ha cambiado. No termino de entender el qué, no quiero pensarlo demasiado por si acaso lo gafo pero incluso verte fumar anoche me hace pensar que las cosas son diferentes ahora. Cuándo ha sido el punto de inflexión es algo que probablemente nunca llegue a saber pero...
Un mes después...
Pero el proyecto no se aprobó y tú eres una persona distinta por chat. Quiero llamarte y verte pixelado en la otra punta de Europa. Solo quiero verte. Y dices que no te molesta no verme porque sabes que nos vamos a ver en una semana y media y en realidad cuando me paro a pensarlo a mí tampoco me molesta mucho porque igual que a ti no te gustan las despedidas, a mí no me gustan los reencuentros. Hay demasiada expectación, demasiadas cosas por decir que a la hora de la verdad se quedan sin salir a la luz. Pero te echo de menos y querría decírtelo a todas horas y sé que tú también me echas de menos y me gustaría que al menos me lo dijeras de vez en cuando para no convertirme en este saquito de tristeza y añoranza durante diez días más.
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