domingo, 29 de enero de 2023

Cuatro días

Dije el otro día que la idea de no volver a verlo me gusta, pero cada vez me replanteo esa afirmación más. Después de los morreos y de los chupetones y del textaco que le hice leer parece que el chip le ha cambiado un poquito. Y no es que me dé toda la atención del mundo pero claramente algo quiere, el qué ya me cuesta más saberlo. Porque desde ayer parece que quiere llamar mi atención y yo me dejo, desde ayer me mira más y yo me derrito. Señor, ten piedad de mis ovarios.

La vida se me hace bola. Debería estar traduciendo a Segundo de Chomón pero solo tengo cabeza para él, para sus poros, para su pelo ceniza. ¿Por qué tuve que invitarlo a dormir?¿Por qué tuve que decirle que se viniera al spa? Todo sería mucho más sencillo si no nos hubieran elegido a alguno de los dos pero ya que lo han hecho también sería todo mucho más cómodo si yo dejara de hacer el gilipollas a su alrededor como una adolescente apavada. No sé si necesito algo más o simplemente me da miedo que si nada cambia termine enamorada de él. Está claro que no tengo un perfil físico de persona en concreto pero qué puta fijación tengo con los tíos a los que se les caen los huevos.

Sí, la cosa tiene que cambiar. No puedo permitirme enamorarme de ti, no ahora, no contigo y tu indiferencia. El breadcrumbing que me haces es intenso y me duele. Sí, ya me duele, ahora que he dormido a tu lado desnuda y que no hicieras siquiera el intento de ser mínimamente íntimo, de que no te abras pero me abraces y pretendas que te entienda, me duele no saber quién eres a estas alturas, no tener la más mínima idea de cómo eres en realidad, sentirme una más pero con un grado más de humedad. Puedo romper con ello antes de que sea demasiado tarde, sí, puedo hacerlo, puedo evitar la catástrofe que puedo ser a tu alrededor porque de todas formas no hay alrededor en el que estar. Estás tú y estoy yo encontrándonos en un espacio y un tiempo limitados. Un paréntesis en nuestras vidas y no, no puedo hacerlo, no puedo ir solo a lo físico, necesito una conexión mental, emocional y a la mierda que las acciones hablan más que las palabras, necesito explicaciones y si no me las quieres dar pues no me las des pero deja de marearme, deja de hacer que me duela tenerte cerca.

¿Qué pasó anoche? Por un momento pude ver un atisbo de preocupación en tus ojos. O puede que no, que simplemente fuera la presión infundada de pensar que igual tienes que preocuparte por mí por el hecho de que nos comamos con los ojos a todas horas. Pero tú no te preocupas, tú miras el móvil y te olvidas del universo y cuando no hay nadie al otro lado de la pantalla para satisfacer tus necesidades sociales es cuando empiezas a mirar qué hay alrededor. Suelo estar yo. Porque soy una gilipollas, porque nos quedan dos semanas aquí y me sorprende que no quieras estar todo el día a mi lado teniendo en cuenta el panorama, la verdad. Porque yo sí quiero estar todo el puñetero día a tu lado pero tú no haces más que alejarte a no ser que estés borracho como una cuba. Me agotas y mi corazón no está para estos trotes. No sé qué más puedo hacer aparte de quejarme porque después a lo largo de un día todo cambia y bien lo hemos podido comprobar en esta entrada pero ahora casi que me da hasta coraje la idea de tenerte cerca si lo único que vas a hacer es enseñarme tus putos vídeos de mierda y a hablarme de lo mucho que echas de menos Turquía. Vete a la puta Turquía y déjame en paz.

sábado, 21 de enero de 2023

Juhan

 Hacía tiempo que no tenía tantos estímulos negativos a mi alrededor. Después del dolor (¿es excesivo llamarlo dolor?) que todos sabíamos iba a llegar por parte de Eduardo, viajo a la otra punta de Europa y lo encuentro a él. Si los flechazos existen este debe ser uno de ellos. Y es como Julio pero infinitamente más guapo. Tremendamente inteligente, conocedor de su belleza, disfruta de la atención que sabe que genera. Y yo me dije que solo iba a estar aquí un mes, puedo aguantar esa actitud estúpida de sabelotodo durante cuatro semanas porque al principio es divertido verlos intentarlo, verlos esforzarse en parecer más listos de lo que en realidad son. Y parecía que funcionaba pero no lo sé, los mensajes contradictorios se suceden y el idioma no ayuda. Me duele mi orgullo, mi necesidad de llamar la atención y la frustración que me genera no conseguirla de quien quiero. Pero me gusta escucharlo hablar, me encanta su puta sonrisa y me gusta la idea de no volver a verlo después de un mes. No bebió cuando dijimos si había fantaseado con alguien de la habitación pero sí cuando dijimos si había tonteado. Tengo demasiados años para andarme con estas mierdas, una detrás de la otra. Pero me habla en estonio y después dice que no se acuerda de lo que dijo. Y una mierda. Ojalá ser lesbiana, en serio.

domingo, 15 de enero de 2023

All my tears have been used up on another love

 Al final han quedado muchas, muchísimas cosas en el tintero. No, supongo que no era plan de decirte que me gusta tu lunar del lóbulo izquierdo. Pero tú te sientes halagado y a mí el mundo se me cae un poco a los pies. Lo he disimulado bien, ¿no crees? Debí haberte dicho que en todas las iteraciones de esa conversación pasé del que te levantaras y te fueras al que nos besáramos allí mismo. Pero el pudor ha podido conmigo como tantas otras veces y una vez visto que no estabas precisamente receptivo no era necesario hurgar en la llaga. No puedo evitar preguntarme, sin embargo, si el problema no es tanto una cuestión de atracción como tu miedo a estar con otra persona cuando aún piensas en ella. O peor aún, si lo que te da miedo es olvidarla. Después de tres años no es sano que te sientas así, me duele verte así pero mis acciones son limitadas, me escuchas como quien oye llover, sé que no vas a ir al psicólogo y solo no vas a poder salir del pozo en el que estás. Y yo no puedo hacer más que observarte desde el exterior, entendiéndote como pocos te podrían entender pero sin llegar a comprender por qué no me dejas ayudarte. Y bebiendo los vientos por tus besos, eso también. Pero se me pasará. Como se me pasó lo de Bermellón, como se me pasó lo de Sigurd y lo de Miguel. Soy más fuerte que este (claro desde el primer momento) rechazo. Me anclaré en el coraje que me da que veas a Sebas pegado a mí como si de una lapa se tratase y pensaré que si la situación fuera otra quizás tendría una oportunidad. Mi autoestima no está para muchos trotes y el hecho de que pueda no resultarte atractiva me duele bastante. Cultivaré la relación que me dejas tener contigo porque me pareces una persona tremendamente interesante y dejarás de ser una razón para volver a Sevilla. Pero eso será cuando esté fuera, hoy necesito ahogarme un poco en la autocompasión y en la pena que me da no poder besarte, no poder abrazarte, no poder pasar una noche contigo descubriendo tus lunares y tus secretos.

sábado, 14 de enero de 2023

Y nos dieron las seis y las siete...

Promovida probablemente por la inevitabilidad de mi inminente huida, moví ficha. No demasiado, no lo suficiente como para ponerte en un aprieto pero sí lo justo para que sepas que, en el fondo, ahora mismo me muero por tus huesos. Es cómodo usar la excusa de los sueños, no es algo que pueda controlar y sin embargo saca a la luz lo más profundo de nuestros deseos. Puedes pensar que jamás te hubiera dicho nada si no hubiera soñado contigo las últimas cuatro noches porque quizás ni yo misma fuera consciente de la atracción que te profeso, pero como lo he hecho... ah, es el subconsciente, no se puede hacer nada por evitarlo. Es la excusa perfecta. Los relatos eróticos de por las mañanas ya te los cuento otro día si tal.

Me duele, sin embargo, lo irremediable de tu respuesta, ese hilo invisible que me une a él pese a haber dormido contigo en vez de en su cama. Pero oh, cómo lo he disfrutado. Cómo he aguantado como una jabata despierta solo para hacerte compañía, para encontrar esa intimidad imposible, para tenerte cerca. No sé, no sé qué se te pudo pasar por la cabeza en aquellos momentos, cuál es tu dilema, ¿acaso te gusto o simplemente no sabías cómo rechazarme sin hacerme daño? No había nada que rechazar. Pero ahora me gustaría tener una conversación serena a tu lado, que te abrieras de verdad a mí, que me dijeras qué piensas, no puedes hacerme daño a estas alturas teniendo en cuenta que no cuento con tener tu cariño y yo necesito que me des una respuesta para poder dejar de pensar en ti por las noches. Porque ahora encima he confirmado también que me gusta (y mucho) cómo hueles. Me gusta tu pelo y que de vez en cuando tengas gestos que no puedo entender, que no son coherentes con tu forma de ser. No me gusta que no tengas una buena autoestima pero he de admitir que me sentí poderosa cuando me dijiste que te hice pensar, tienes en cuenta mis opiniones y eso me sube el ego sobremanera.

No me viste anoche cuando estábamos jugando al Picolo. Juanma leyó que había que beber dos tragos si queríamos acostarnos con la persona que tuviéramos a nuestra derecha. Yo no tenía nada que beber pero le di dos caladas bien intensas al porro. Te miré de reojo. Nadie se fijó. 

Necesito saberlo, necesito saber si soy yo o es él. Si es la puta etiqueta o realmente no tengo ninguna oportunidad por no ser rubia, no medir quince centímetros más o no tener más tetas. Me daría igual pero la incertidumbre me está matando. "No te cortas ni un pelo" y si tú supieras lo que me corto. El esfuerzo sobrehumano que hice anoche para no pegarme a tu espalda y esnifarte, para no hacerte rulitos en el pelo, para no besarte, para calcular bien mis palabras y que no te sintieras incómodo ante la posibilidad de dormir en la misma cama que yo. Al menos sé que no tienes miedo a que te viole, todo un logro. Bueno, supongo que se me pasará. Que no nos hablaremos mientras esté fuera y a la vuelta todo seguirá igual. Tú con tus cartitas y yo con mis angustias.

viernes, 13 de enero de 2023

Rebajas

 Hoy estaba muy contenta. Después he pasado a estar muy triste. Y con tres frasecitas de mierda has conseguido que vuelva a estar pletórica pese a no poder haberte visto. Y es que hoy iba a ser mi mañana, te iba a tener para mí solita durante muchas horas e iba a poder tirarme de cabeza en tu intimidad, te ibas a fiar de mí y de lo que yo opinara sobre tu físico, iba a formar parte de tu vida en el plano más costumbrista que pueda existir en esta sociedad capitalista de mierda.

Ese plan se ha ido a la mierda y en mi egoísmo y ansiedad me he culpado por haber decidido hace dos días ir a comer hamburguesas. Si no hubiera tenido esa oferta no habríamos ido a comer allí y tú no te habrías puesto malo y podría haberte dicho lo guapo que estás con cualquier cosa que te pongas y, quizás, incluso podría haberme inventado alguna excusa para probarme algo y que me dijeras que tengo buen culo o algo así, que una también está necesitada de refuerzos positivos. Pero después de veinte minutos esperando al solito me he encontrado con la pena inhumana de tu dolor. Y he querido ir, he tenido el impulso de ir y acompañarte en tu miseria, de hacerte un caldito y taparte. ¿Pero adónde voy? Me ha durado poco, todo hay que decirlo, tenía demasiadas ganas de desayunar.

Y bueno, después de desayunar y de perder el tiempo tontamente durante un periodo indeterminado de tiempo me has hablado pidiéndome perdón. Me ha dado tantísima ternura que me he reído yo sola de mi propio pavo. Y entonces has hecho explícito el haberte metido en la lista de mejores amigos de instagram. Jamás nadie me había hablado de la lista de mejores amigos, es de esas cosas que son secretos a voces, que te sientes privilegiado si formas parte pero no lo dices porque esa persona sabe que te va a hacer sentir especial. Pero tú lo has hecho y lo que no sabes que solo estás tú, al menos ayer solo estuviste tú. Porque quiero llamar tu atención y no tengo necesidad de que el resto del universo se entrometa. Porque si pongo un vídeo de gente besándose es porque te imagino siendo todos y cada uno de ellos, porque, agh, me da asco lo mucho que te pienso siendo un pa na. Yo y mi puto complejo de salvadora, en serio. Pero ahora me mandas memes y a mí se me cae el coño. Así de simple. ¿Es esta tu forma de mover ficha?¿O simplemente estás compensando por no haberme sacado de mi casa?¿Acaso te sientes culpable? Ay, dios, no quiero empezar a darle vueltas a todo, se suponía que solo eras una distracción para no pensar demasiado en lo mierda que es mi vida ahora mismo. Pero hueles bien y tenemos un sentido del humor sorprendentemente parecido y siento que podría perderme en tus brazos y, bueno, lo de siempre, que podría descubrirte un mundo un poco distinto. Creo que si algo te gusta de mí es eso, que te sorprendo con mis ideales. Pero no lo sé, puede ser pura sorpresa y ya está, no puedo permitirme el sobreanalizar ahora mismo.

jueves, 12 de enero de 2023

Can you read my mind?

 Es demasiado fácil. Y demasiado complicado. 

Es demasiado fácil soñarte, imaginarte en un mundo de fantasía en el que puedes llegar a pertenecerme durante un instante. Una bañera llena de agua y espuma y tú sentándote a mi lado, besándome despacio, con elegancia, metiendo la mano en el agua casi hirviendo para poder acariciar mi espalda desnuda. Una despedida incompleta, una puerta cerrada y tú llamando de nuevo para que abriera. Y me besabas, por supuesto. Probablemente con cada sueño pseudo erótico que tengo contigo endiose un poco más tu forma de besar y de querer en general y eso no es precisamente bueno, adaptarte a todo lo que me gustaría que fueras es peligroso. Pero ah, por un momento vi un atisbo de esperanza y me aferro a él como puedo, a tu risa nerviosa cada vez que te hago un cumplido que no rechazas, a tus ojos mirándome, a tu no incomodidad por darme abrazos, a tus propuestas de planes.

Pero es complicado, él sospecha y sabe que no tiene derecho a entrometerse pero me conoce demasiado como para no darse cuenta de que estoy encoñada contigo así que se une a todo, no nos deja solos, no me permite tener intimidad contigo y me jode porque así no hay quien ejecute mi plan maestro de emborracharte mientras jugamos al yo nunca para poder dejarte caer que me pones muchísimo. No me quiero ir, no ahora que estoy tan cerca del fracaso más absoluto respecto a tu persona, que puedo cargarme la bonita y platónica relación que estamos creando en un segundo. No me quiero ir de aquí sin intentarlo y si no lo hago solo querré volver por ti.

No me conoces. No sabes nada de mí. Dices que te cuesta abrirte pero a día de hoy yo sé mucho más de ti que tú de mí. Me gusta escuchar y a ti te gusta ser escuchado, claramente. El tándem perfecto. Pero no sabes de mis dramas, de mis problemas con el sexo, de mi ansiedad, de mi miedo irracional a la muerte, a los globos y a las fuentes. Por no saber no sabes lo mucho que me gustas y eso que lo he dejado claro como el agua. O igual sí y eres tú el que se hace el loco por si acaso, por si no soy clara o porque esperas que se me pase cuando me vaya a Croacia.

domingo, 8 de enero de 2023

El punto de encuentro

 Oh, si al menos te dieras cuenta de las indirectas. Si me creyeras cuando te digo que me pareces guapo, que sales bien en las fotos, que tienes la sonrisa más tierna del mundo. Si fueras capaz de vislumbrar los dobles sentidos en mis frases, en mi continuo acercamiento, en mi necesidad de hablarte. Quizás, entonces, tendría una oportunidad. Pero soy tu amiga, como ellos, nada más, me cuentas cosas que sabes que no conozco de ti, te abres a mí buscando, no lo tengo claro, quizás entendimiento o simplemente alguien que te escuche sin juzgarte. Y yo lo hago, atesoro cada detalle que me das, cada resquicio de atención que me profesas, cada afirmativa a vernos antes o después de una quedada. Pero quiero más. No mucho más, eso es cierto, pero sí un pasito más, quiero que me des un abrazo al despedirnos, quiero poder cogerte del brazo mientras llevas el paraguas si empieza a llover, quiero mantener una conversación por telegram contigo a la una de la mañana, quiero mirarte a los ojos y poder intuir que me deseas. No sé si tengo grabado en la frente "ex novia de" y por tanto se me considera intocable o simplemente no entro dentro de tus cánones estéticos pero es frustrante no saberlo y es peligroso intentar algo más sin estar segura, en un grupo tan pequeño las cosas podrían salir muy mal y no me lo puedo permitir, no ahora que todo está tan bien. Pero me es imposible no soñar contigo, inundas mi mundo nocturno y la sensación de tus manos rozando mis piernas es, francamente, demasiado agradable como para plantearme siquiera hacer un esfuerzo por no profundizar en la fantasía que puedo crear a tu alrededor. En ti buscándome, besándome, tocándome, dejándome llevar por tus manos en mi cintura. Pero ya me lo dijiste anoche y me faltó ponerme un cartelito que dijera "hola, aquí estoy intentando ligar contigo" para ver si así llamaba tu atención. Al menos me has dicho que sí a ir al cine y siempre puedo poner la excusa de los sustos para intentar que me des la mano o algo, puestos a ser adolescentes podemos serlo con todas las de la ley.

martes, 3 de enero de 2023

Sad eyes

 Ahora que las cosas han cambiado tanto, que mis prioridades son diametralmente opuestas a las que tenía este verano, que usurpaste mis sueños y mis pensamientos durante por lo menos tres días seguidos y con las mismas desapareciste de ellos, que el debate ético y moral de estar en una relación ya no tiene sentido, que Miguel ya no forma parte de la ecuación... ahora vuelves a mí. Y no eres consciente, es lo peor de todo, no eres consciente de que te veo morderte el labio y solo puedo pensar en besarte, que te escucho y solo quiero llevarte la contraria para que la conversación no acabe, que solo me gustaría darte un abrazo al despedirnos. Hablas de Judith (espero que se escriba así) y noto el dolor en tus palabras, ojalá me contaras qué pasó, sé que hay en ti mucho más de lo que la gente ve, no eres simplemente una persona que disfruta de las pequeñas cosas, eres muchísimo más, lo sé, lo veo en tu mirada perdida cuando piensas que nadie te está mirando, te pierdes en un universo del que me gustaría formar parte. Pero es complicado, Sebas no me deja avanzar y yo no sé si tengo ganas de intentarlo de verdad, el chute de hormonas está bien pero no eres una persona de la que pueda enamorarme y tengo la sensación de que tú sí podrías llegar a enamorarte de mí. No sé si conformarme con soñar que nos despedimos y te roban el dinero dos calles más allá, te oigo y vuelvo a ti, nos besamos en el portal de mi casa e intentas que nos acostemos cuando mis padres están en la casa, sé que no eres así. Podría conformarme. Pero algo en mí me pide que lo intente, que trate de acercarme a ti por todos los medios, que te enseñe cosas nuevas, que te busque. Y bueno, voy a quedar contigo para ir al barquito, tenemos por lo menos diez minutos de intimidad, algo es algo.