lunes, 23 de noviembre de 2015

Happy birthday to you

¿Es normal que el regalo que más me ha gustado sea el de la persona que menos me importa?¿Por qué noto que la magia se está yendo?¿Por qué me haré ilusiones, si después lo único que me queda es el vacío de la decepción?

Si al menos ella hubiera sido un poco más amable, si hubiera estado dispuesta a tomarse un café, si no hubiera tenido esa cara que le llegaba hasta el suelo... ¿por qué su cumpleaños fue especial y el mío no? En fin, solo me quedan unas pinzas inútiles del Tiger y un libro de Ikea para recordarme que nunca más debo creer que mi cumpleaños puede ser especial.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Not again

Aquí estás, de nuevo, usurpando mis sueños y haciéndome feliz durante poco tiempo. Porque después me vuelves a hacer daño. Pese a no haber hablado nunca contigo, recuerdo que me gustaba tu voz. Ahora ya no consigo identificarla, sólo me da la sensación de que se parece a la de Rafa. ¿Cómo sonará tu voz en mis sueños? Nunca lo recuerdo. Pero te recuerdo mirándome allí, te recuerdo deseándome y te recuerdo alejándote de mí de nuevo. ¿Por qué mi mente me hace esto?¿Por qué se empeña en identificarte con una persona tan cruel y egoísta?¿Acaso lo eres? No, no lo creo.

Dijiste que las cosas no acabaron bien. Me hizo gracia, ni siquiera empezaron, ¿cómo iban a acabar? Pero aquí estoy torturándome de nuevo e intentando decidir entre decirte "hola" o esperar en un intento desesperado de paciencia a que tú me saludes. Pero tengo la sensación de que no vas a hacerlo. Y llueve y yo querría seguirte en tuiter, en instagram, en ask, querría hablarte y querría conocerte de nuevo. No me hagas esto, por favor, no hagas que vuelva a obsesionarme como lo hice el año pasado. Tu conversación sigue ahí desde que me dijiste que no estabas enfadado. Tres meses para superarlo, quién lo diría. Y yo jamás la borré. Hasta que volviste a hablarme. A hacer como si no hubiese pasado nada, y eso estaba bien, ¿por qué tuviste que decir que te gustaría que hablásemos más?¿No era suficiente con hacerlo, necesitabas ponerlo por escrito? Lo complicaste todo, esta vez ha sido culpa tuya y yo no hago más que darle vueltas a la cabeza intentando entender qué ha pasado para que me saludaras y en tres días no haya sabido nada de ti. ¿Acaso esperas que te hable yo? No, no creo que lo haga, no me veo con fuerzas...

No quiero volver a perder la cabeza por la fantasía que creé.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Chicos

Y de repente todo el mundo estaba ahí, todo el mundo quería quedar conmigo, uno detrás de otro. Primero Bermellón pidiéndome perdón por teléfono, después Edu que estaba con Jorge y que yo intentaba por todos los medios evitar que me vieran, ya que había quedado con Jesús y tenía muchas ganas de verlo. Pero tras muchas vueltas él no era el mismo. No sabía quién era, y encima estaban Julio y Miguelito por ahí metiendo las narices. Fue todo muy caótico y extraño. Nunca me había pasado nada parecido. Y era tan real que cuando me desperté sólo podía pensar en la pena que me daba no haber visto a Bermellón para poder hablar más claramente.

viernes, 5 de junio de 2015

First love

Esta mañana he salido a comprar y casi me quedo allí. Estaba pensando en lo que se parecen Julio y Jesús. No es justo comparar porque después de todo han pasado unos cuantos años entre uno y otro, pero salvando las distancias tienen puntos realmente idénticos. La diferencia radica en la forma que tenían de enfrentarse a las cosas. Ambos querían una relación más amorosa, con más contacto físico. Jesús nunca fue capaz de superar el pánico que tenía a mostrar cariño en público (está comprobado que eso ya no le pasa... curioso cuanto menos). Sin embargo, Julio consiguió poco a poco ser más afectivo y sé que le ha resultado complicado. Siempre era yo la que me enfadaba; Jesús me seguía la corriente y terminábamos siempre peor, Julio no lo hace y simplemente se me pasa. Después de tantos años sigo pensando que podríamos estar juntos, que deberíamos estarlo... de no ser porque ya no eres el mismo. Me di cuenta aquel día en el que quedamos. Y no me dio pena, al contrario, me alegré mucho, por fin podría quitarme esa idea estúpida y perfecta que tenía de ti, pero han pasado meses desde aquella mañana y tantos años juntos vuelven a hacer mella en mi memoria. Vuelvo a imaginarte tan guapo como siempre, tan serio como en los primeros años de la eso, tan pasota como eras cuando yo solo quería llamar tu atención.

Aquello fue amor, sí, no amor maduro como el que ahora podríamos sentir, pero al fin y al cabo era un amor puro, simple, inocente... de ese que solo podíamos sentir durante los pocos años que dura la adolescencia, y me alegro infinito de que tú fueras el chico del que me enamoré por primera vez. No lo cambiaría por nada, de verdad.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Fantasías animadas

Estaban los dos ahí, sentados en el borde de la cama. No sé cuánto habríamos bebido pero cuando me asomé a la puerta y me acerqué me costó mantener una línea recta. Ellos parecían estar iguales, pues no dejaban de mofarse de mi forma de andar.
-¿Qué hacéis aquí? -les pregunté.
-Hicimos un trato, ¿no lo recuerdas? -me inquirió Ella. Sus profundos ojos oscuros me miraban de forma provocativa.
-Pues la verdad es que no me acuerdo de mucho...
-Quien ganara tendría derecho a una noche... una noche especial con los dos que perdieran... -me explicó Él. No terminaba de entender a qué se refería.
-Tú ganaste -continuó Ella-, te pedimos una hora para prepararnos. Me asombra que no te hayas dormido.
-Ah... -dije sin parpadear- ¿y en qué va a consistir exactamente esa noche?

Él se levantó. Me sentí pequeña, pues me sacaba una cabeza; sin embargo, al momento se inclinó para estar a mi altura y me cogió la cara con las manos. Su pelo marrón claro casi le tapaba sus ojos verdes que cada vez se acercaban más a los míos hasta que me rozaron. Me reí. No pude hacer otra cosa, pero Él insistió y siguió besándome con suavidad, sin prisas, rozando su lengua contra mis labios. Al poco tiempo no pude aguantar más y le seguí la corriente, entrelacé mis dedos en su corta melena y le devolví el beso.

De repente, una mano me rozó el hombro. Al separarme de Él me encontré con Ella, que también se acercaba a mí. Me besó y me pareció asombroso lo suaves que eran sus labios. Mientras, vi con el rabillo del ojo cómo Él se iba desprendiendo de su camiseta y dejaba ver su pecho casi sin vello. Aquello me puso de los nervios, lo cual hizo que aumentara la presión de los labios con los de Ella. Al poco se separó y empezó a desvestirse también. Yo iba a hacer lo propio pero Él me lo impidió.
-Espera- me dijo.

Ella se quitó la camiseta y los pantalones cortos que traía, enseñando el conjunto de lencería roja que llevaba bajo la ropa. Tiró la ropa bajo la cama y me besó el cuello mientras me quitaba la camiseta que yo llevaba. Él bajó hasta mis piernas y empezó a recorrerlas con su lengua, haciéndome cosquillas en la parte anterior de las rodillas. Me quitó la falda y dejó ver las braguitas rojas que traía, nada que hubiera preparado para una situación así.

Y allí estábamos, los tres en ropa interior, borrachos y calientes como nunca antes. Él se entretuvo con mis piernas y pies un rato más, dando lengüetazos y haciéndome cosquillitas por todos lados. Entretanto, Ella me quitó el sujetador con tanta delicadeza que casi no me di cuenta, enseñando mis pechos a ambos. Él sonrió ante tal visión, y aún más cuando Ella se deshizo del suyo también. Me mordisqueó el cuello y después la clavícula y cuando llegó a los pechos me besó todo alrededor antes de meterse el pezón derecho entre sus labios. Me estaba volviendo loca. Él se recostó en la cama y fue besándome cada vez más arriba. Noté su caliente aliento entre mis muslos y no pude evitar retorcerme de placer. Se rió un poco y me quitó las braguitas. Casi pude notar su sonrisa de satisfacción cuando vio lo húmeda que estaba. No fue tan paciente como Ella y metió con parsimonia su lengua entre mis piernas. Su recién afeitada barba me raspaba pero poco me importaba. Gemí. Ella vio cómo disfrutaba y lo hizo parar.
-Quiero jugar a una cosa...
-¿De qué hablas?- pregunté con toda la naturalidad posible.

Se levantó de la cama con dificultad y fue hacia un cajón para sacar un pañuelo de seda negro.
-Así no podrás saber quién te hace qué.
Vi cómo ambos sonreían complacidos mientras me hacían tumbarme de nuevo. Él se acercó para ponerme el pañuelo.
-Voy a hacerte mía.- me susurró al oído. Su respiración en mi oreja y sus palabras me estremecieron y me hicieron suspirar.

Ambos se levantaron de la cama y por un momento me sentí sola en la habitación, pero de repente empecé a sentir besos en el abdomen y caricias en el pelo. No entendía qué estaba pasando y me encantaba. Los besos del abdomen fueron bajando cada vez más y volvieron adonde lo habían dejado momentos antes. Supuse que era Él pero tampoco estaba segura porque ya no notaba su pseudo-barba. Quizás estaba teniendo cuidado simplemente. Lo corroboré cuando Ella se puso encima de mi cara, ofreciéndome su vulva y todos los jugos que venían con ella. Le lamí de arriba a abajo y luego en zig-zag, le metí la lengua lo más profundo que pude y por último jugué con su clítoris. Escuchaba cómo gemía y ello me hacía gemir más. Ella se había inclinado hacia delante y mientras Él jugaba con mi anatomía ella me rozaba el clítoris con sus finos dedos.

Paró en seco. Ahogué un gemido de desesperación. Ella seguía encima así que usé mis dedos para explorar dentro de ella. De repente noté algo caliente justo en la entrada de mi vagina. Imaginé lo que iba a pasar a continuación y sonreí. Él debió verme porque al momento introdujo su pene dentro de mí y yo me corrí al instante. Siguió con pequeñas embestidas mientras aumentaba el ritmo progresivamente. Notaba que iba a explotar de placer. Ella se quitó y se puso encima de mi abdomen para besarme y tocarme las tetas, esta vez con mucha más fuerza que antes. No pude reprimirme y me quité el pañuelo, no quería perderme aquellas vistas por nada. Vi cómo Él nos observaba con gusto, así que decidí deleitarle y tocarla a más no poder. Me gustaban sus cuerpos. Los de ambos, podría haber muerto mirándolos y habría muerto feliz. Él fue cada vez más y más deprisa, Ella se frotaba contra mí y yo me sentía inundada hasta que grité. Después quedó humedad y calor.

Lo siguiente que recuerdo es a nosotros tres tumbados en la cama, uno al lado del otro conmigo en medio.
-Bueno, no vendría mal darse una ducha, ¿no?

sábado, 25 de abril de 2015

Si tú no sueñas yo te sueño

Creo recordar que jamás había soñado con Rafa. Ni mucho menos con Pablito. Pero estaban los dos allí y, sorpresa, sorpresa, no estaba Julio. Y yo me liaba con Rafa, y Pablo me decía que saliera de mi mala relación. En fin, todo un tanto extraño. Supongo que en algún momento entenderé el afán sexual que siento por Rafa.

jueves, 26 de marzo de 2015

Dreams again?

Tenía que pasar. Tenía que volver a soñar contigo, era inevitable. Todo porque Julio me dijo que estarías en ese mismo autobús. Pero eso no importa, lo que importa ha sido el sueño. Porque me tenía que hacer una idea equivocada de ti, de nuevo. Y era tan bonito...
Estabas en ese cuarto de baño, me mirabas, yo agachaba la cabeza deseando que no me gritaras y teniendo la certeza de que ibas a hacerlo. Pero en su lugar sonreiste. Sí. Te acertaste a mí y yo retrocedí. Te pedí perdón, tú dijiste que no pasaba nada, que era normal y... Que lo que me ibas a decir cuando me bloqueaste era que te gustaba. Que siempre te había gustado. Yo no entendía nada, había visto su Tuiter hacía cinco minutos y tenía una foto de una pregunta de ask en la que llamaban fea a su novia y él decía que se la follaba. Me empezó a besar el cuello, me besó los labios, me dijo que me quería. Yo me separé. Sabía que Julio estaba en la habitación de al lado y no quería que me escuchara. Pero era feliz. Estúpidamente feliz. Y no por el hecho del magreo momentáneo que hubo, sino porque me había perdonado. Bermellón me había perdonado.
Y ahora estoy aquí, no me parece que tenga que perdonarme nada, pero espero con todo mi corazón que esto sea solo lo que es, un sueño, y que no vuelva a convertirse en mi obsesión, no podría soportarlo de nuevo.

lunes, 2 de marzo de 2015

La excepción

Me siento liberada. Es extraño, después de tantos meses agobiada por lo que pudiera pensar Julio, por el problema que podría resultar que lo que sentía fuera a más; ahora todo es calma.

No es sino curioso que todo esto sea consecuencia de una noche de borrachera, pero de no haber sido por ella, todo seguiría igual y yo sólo me sentiría culpable por soñar con Bermellón por las noches. Pero tengo la certeza de que eso no va a volver a suceder, o al menos no de la misma forma. Hace un tiempo me di cuenta de que él iba a ser siempre una excepción en mi vida porque siempre he tenido algo con quien he querido tenerlo y él nunca iba a querer. Ahora creo que seguirá siendo la excepción pero por darme cuenta de lo imbécil e hipócrita que es antes de que pasara ese algo. Y aquí estoy, escribiéndote la que será la última entrada. Al final resultó que no me equivoqué, me hice una idea demasiado preconcebida de ti, pensé que bajo esa coraza borde y seria en la que te escondías había una persona amable y cariñosa, pero esa no era sino otra capa de ti. Al final, lo único que queda es odio, rencor y poco sentido del humor. Es una pena, desde luego, pero me alegro enormemente de haberme dado cuenta ahora y poder dejar de sentirme mal porque tengas novia. ¿De verdad creíste que ibas a hacerte el interesante diciendo que me ibas a decir una cosa y después no? Tuve la tentación de preguntarte, por supuesto, pero al momento me di cuenta de lo poco que me importaba lo que tuvieras que decirme. Así que sigue así, siendo tan básico, tan cruel, lo único que pareces al final es una persona débil y con poca confianza en sí mismo.

¿Y sabes lo que más pena me da? Que a mi madre le caes rematadamente bien y yo no podré explicarle por qué eres un capullo que no merece su cariño.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Mañana es 26

Hoy he tenido un sueño medio erótico, y es una pena porque fue el primero y no consigo recordar nada, pero sí recuerdo la actuación con Álex, y cómo todos me miraban mal por no saberme el guión y excusarme diciendo que no habíamos ensayado, y ellos, con toda la cara del mundo, me decían que habían ensayado sin mí. E ir a su cuarto sin querer y que él estuviera desnudo... ¿qué más pasó?, creo recordar que lo rechacé, siempre rechazo a la gente en mis sueños, no sé qué mierda pasa conmigo... bueno, a Bermellón nunca lo rechacé y bien que he soñado con él, pero al resto, incluso a Jesús, es raro.
Ojalá pudiera olvidar a Jesús, ojalá pudiera verlo y decir "ya no eres el amor de mi vida, nunca más" pero probablemente eso jamás pase. Después de todo probablemente pueda seguir haciendo que me sienta un flan con su sonrisa, pero eso yo ya no voy a saberlo, ya no lo veo, y querría hacerlo, lo quiero. Entonces, la cuestión es ¿en qué sentido?

martes, 17 de febrero de 2015

Ni contigo ni sin ti

¿Cómo puedo saber si eras tú? Estoy un 83% segura de que eras tú, pero no es posible confirmarlo cuando lo único que he visto ha sido tu pelo. ¿Hasta ese nivel de obsesión llego ya?
Es curioso porque, independientemente de que fueras tú o no, la reacción habría sido la misma. Mi corazón desbordado. Pero completamente acelerado, cualquiera diría que se me podría haber salido del pecho. ¿Por qué causas esa sensación en mí?¿Qué diablos tienes que te hace tan especial?¿Son acaso tus poderes sobrenaturales de heterócromo? Lo más probable es que nunca lo averigüe, yo estoy aquí muriendo por tus huesos y a ti te da igual. Y lo peor de todo es que es sólo una idea que tengo hecha de ti, probablemente no seas así, y en el hipotético caso de que llegáramos a hablar (ja, ja, ja...) me decepcionaría verte en realidad. Pero no consigo cambiar lo que siento, y por muy enamorada que esté de Julio, tengo la sensación de que el deseo que te profeso difícilmente va a menguar.

Ojalá yo yéndome a Barcelona y que todo esto acabe de una maldita vez. Hacer mi vida al margen de tus ojos y dejarte ir, cuando nunca te he tenido. Ojalá yo teniendo la oportunidad de tenerte...

jueves, 12 de febrero de 2015

Besos y rosas inexistentes

Acabo de borrar toda la parrafada que había escrito antes porque soy subnormal. Pero el caso es que es estamos a dos días de San Valentín y yo no estoy nada segura de seguir queriendo estar con él. Necesito ver Love Actually. Sería tan bonito que hicieras algo para evitarlo, aunque sé que no lo harás. Y no sé cuándo ni cómo, ni si es lo mejor. Pero por ahora, a no ser que cambien las cosas, es lo que necesito. Qué bonito sería que vinieras con un ramo de rosas a despertarme el sábado. Pedí una señal al universo y el universo me respondió, me respondió cosas feas, me escupió a la cara y me hizo un corte de manga. Pero yo lo entiendo. Y no quiero, pero lo necesito. ¿Qué diablos voy a hacer mañana en baile?, si yo solo quiero bailar. Y ser feliz, y ya no consigo serlo contigo por mucho que lo intento. Dios mío, y las ganas que tengo de tirarme a Bermellón son increíbles. Pero eso no cambia lo que siento por ti. Porque contigo me veo formando una familia, pero no puedo pensar en eso ahora, no puedo ir con la idea de que voy a estar toda mi vida contigo porque me agobio y necesito espacio. Y espero tener la maldita suerte de encontrarte dentro de unos años, cuando sea capaz de saber qué es lo que quiero, y espero que tú me perdones y tengamos hijos morenos con ojos azules. Pero eso dependería de ti. Y ahora solo soy capaz de pensar en mí.