No pretendo hacerte sentir culpable con lo que escribo. Sé que no es culpa tuya que esté tan loca ni tan mal, y que todo me lo he buscado yo solita. Lo siento, sinceramente, nunca jamás he sido tan sincera al decir algo así, y es por dos cosas.
Por todo lo que hice antes, y por todo lo que hice después de haber cortado.
Laura me decía que si volvíamos a salir, que no la cagara, que yo sabía perfectamente porqué me habías dejado y tenía que conseguir hacerte entender que ya no soy la misma, he aprendido a no confiarme y a disfrutar de lo que tengo. Sé porqué cortaste conmigo, y nunca seré capaz de perdonarme, pero al menos espero que tú seas capaz de no guardarme rencor, no más del justo necesario.
Y por otra parte, siento no haberte olvidado. No me quieres, lo asumí, pero aún no he conseguido dejar de pensar en ti ni un sólo día. No hablo contigo, no te veo, pero no puedo evitar pensar que en algún sitio, algún rincón de tu alma, todavía queda un hueco para mí. Lo siento por ello, por seguir pensando y creyendo estupideces, por no ser capaz de recordarte y pensar que fuiste lo mejor que me ha pasado en la vida. Lo siento por seguir queriéndote después de cuatro meses de estúpidas mentiras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario