Tenía que hacerle ver la realidad, aunque fuera confusa e incluso falsa, tenía que darse cuenta de algún modo de que no soy la adecuada, que no soy lo mejor...
Supongo que se acabó, que ahora lo único que queda son silencios incómodos y miradas de desprecio en las clases, aparte de tardes y tardes sola en mi cuarto intentando evitar que las lágrimas se apoderen por enésima vez de mí. Precioso todo, ¿no te parece? Después de todo al fin dicen que va a llegar el calor, creo... que lo estoy deseando. O al menos eso creía hasta que todo se quebró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario