miércoles, 9 de noviembre de 2011

A petición de un tal Alonso

Ahora vienes tú y me preguntas quién eres para mí. Sinceramente no lo tengo muy claro, sólo sé que deseaba que llegara hoy para ponerme al final de la fila y así poder observarte más de cerca, pero no vienes a primera hora así que no tengo nada más que hacer que fastidiarme. No sé qué siento por ti, pero tampoco sé de qué hablar contigo para no terminar con un caos mental tremendo. Y después dices que creo saber más de lo que realmente sé... si es que en realidad no me conoces, aunque me da igual mientras estés dispuesto a hablar. Eso sí, tú también deberías plantearte quién soy para ti, porque por lo que parece tu lo tienes menos claro que yo.

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