miércoles, 23 de noviembre de 2011

Friki del amor absurdo

Hace tres años, ni me acuerdo de lo que hice.
Hace dos años, me gustaba Paco, me regalaron una guitarra de cincuenta euros.
El año pasado él me mandó un mensaje prometiéndome más cumpleaños juntos, un mensaje que ya se ha olvidado, del que ya no queda ningún significado oculto entre sus palabras, y fui con Laura a comer al Cosa Nostra.
Este año le he visto a él, dispuesto a ir a misa con sus lentillas verdes y sin embargo se quedó conmigo olvidando su fe religiosa. Nos abrazamos, agarré su camisa blanca con rayas azules deseando que aquel momento no acabara nunca, le noté el hueco de la columna vertebral con los dedos y justo, justo en ese momento... me di cuenta de que estaba perdidamente enamorada de él, pero jamás lo admitiré, y él lo sabe.
Hoy, después de todo, no ha cambiado nada.

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