martes, 6 de septiembre de 2011
El paraguas naranja
A veces te echo de menos. Sí, y pensar que yo pudiera sentir algo, pues sí, siento amor, siento tristeza, siento soledad, siento que mi mundo sigue viniéndose abajo sin ti. Pero no, no me rendiré, volverás a caer a mis pies, volverás a verme con los ojos con los que me mirabas hace un año y te darás cuenta de lo que perdiste, porque vale, ahora te echo muchísimo de menos y me parece que nadie podrá igualarte, que llegaste a ser el jodido amor de mi vida, mi paraguas amarillo... tonterías, si lo hubieras sido no me habrías mentido, porque la gente que se quiere no se miente, y tú me mentiste, pese a que me dijiste que no lo volverías a hacer, así que no, no fuiste mi paraguas amarillo... si acaso naranja, y cuando encuentre al verdadero, al que realmente será mejor que tú y me querrá y no me hará daño, seré feliz, y aunque parezca complicado, seré más feliz de lo que lo fui nunca contigo, porque poco a poco me di cuenta de que se te estaba pasando el amor, y el miedo es muy malo en esas situaciones, y tú lo sentiste y fuiste tan cobarde que no tuviste el valor de afrontarlo, tiraste por el camino más fácil, pero no creo que fuera el mejor, sinceramente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario