Él. ¿Qué siento por él?¿De verdad me gusta, o es simplemente que me gusta más su personalidad que la de los demás? Es que... me encanta su forma de hablar, los pendientes tan raros que se pone, la manera que tiene de explicarlo todo, la perilla cutre que se deja y, sobre todo, lo muy inteligente que es. Podría pasarme horas y horas escuchándole. Realmente no me parece muy feo, aunque tampoco sea una belleza, me gustan sus ojos, esos ojos azul celeste... hay que decir también que tiene mucho vello corporal, como pudimos comprobar, pero vamos, ni que yo no tuviera...
No, realmente no le veo como pareja ni como nada, sólo como amigo, todo se quedará como un simple amor platónico temporal que no llega ni a amor.
He aquí mi entrada original, la que escribí hace un par de semanas, y ya que sigo pensando lo mismo y ya no hay mentiras ni falsas verdades, pues la pongo, total, ¿qué mal puede hacerme? Pero he de decir que no me gusta, estoy segura al 95½ de ello, solo me gusta escucharle, y por mucho que Antonio se cachondee de mí, es cierto. Creo que eso no es amor, sino admiración, ¿no?, o al menos eso dice el libro de ciudadanía.
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