lunes, 30 de octubre de 2017

Mátenme

¿Está mal lo que estamos haciendo?


No parece que precisamente estés sufriendo y yo me lo estoy pasando tan bien que tengo miedo de que acabe. Quiero que me toques, que me roces, que me beses y notes cómo se me abren los poros de la piel. Quiero que tomes la iniciativa por una vez y pueda ser consciente de cuánto me deseas. Porque sé que me deseas pero no lo sé lo suficiente como para tener claro cuáles son los límites. Y a mí solo me hace falta hacerte un dibujo o ponerme frente a ti y desnudarme, a ver si así captas la indirecta. Y esto es una tortura que disfruto, porque me duele que te vayas pero veo necesario que no estemos siempre juntos. Y quiero tocarme pensando que eres tú el que lo hace, aunque sé perfectamente que vas a ser un pésimo amante, al menos al principio. Y no me importa, de verdad que no. Quiero enseñarte, quiero que aprendas, y quiero que lo hagas conmigo. Quiero que nos sentemos y hablemos antes de actuar, quiero que conozcas mi cuerpo y quiero conocer el tuyo. Ojalá que te gusten mis pies. Ojalá que te gusten mis tetas. Ojalá que te guste el lunar de mi barriga, ese que tanto trauma me creó. Ojalá que me demuestres que te gusto tanto en persona como en las fotos. Ojalá que uf en directo.

jueves, 26 de octubre de 2017

Derechos y deberes

No quiero ir a clase. No quiero moverme de aquí. No quiero ducharme. No quiero comer. No quiero hacer absolutamente nada.

Debería decirte que Fun se ha convertido en tu grupo, te guste o no. Salvo We Are Young y Out of the Town, esas ya estaban cogidas. El resto soy tuyas, todas tuyas.

Debería decirte que ayer volví andando a mi casa y hasta me gustó el paseo, aunque terminara con los pies destrozados.

Debería decirte que llevo toda la mañana buscando excusas para tener el wasap abierto con tu conversación ahí, para que veas que estoy continuamente en línea y te dé palo no hablarme, pero no me hablas.

Debería decirte que no quiero estar así, que esta lucha me agota, que no puedo más.

Debería haberte advertido de todo esto, pero aunque intenté decírtelo de forma sutil, no fuiste capaz de entenderme... o no quisiste entenderme.

Debería dejar de escuchar a Fun y a Manel y a Owl City y a todo el spotify, básicamente.

¿Por qué no me entiendes?¿Tan complicado es?¿Tan mal me explico?

Tengo frío. No sé qué me voy a poner para ir a clase. No sé si ir a intentar llamar tu atención (de nuevo) o intentar parecer un saco de patatas para, precisamente, no llamar tu atención. Creo que me voy a decantar por lo segundo, estoy cansada de intentar provocar una reacción en tu persona. Estoy cansada de ti. De mí. De la vida en general. De escribir gilipolleces que no te voy a enseñar porque no tengo ningún derecho a ello, porque tú no quieres leerlo, porque estoy hasta el coño de todo, joder.

Duró poco

Mamá dice que las manos se me despellejan por el estrés. ¿Qué estrés tienes tú?, me preguntó. Y yo le dije que lo más probable es que fuera por el cambio del tiempo, no por el estrés. ¿Qué estrés voy a tener yo?

Ojalá pudiéramos superar de una vez la maldita etapa de las etiquetas y, si estamos bien, dejarlo así. Yo no quiero salir contigo. No puedo. La liaría tan parda que no duraríamos ni una semana. Me he pasado los últimos tres años de mi vida pegada a una persona 24/7, la quería con toda mi alma pero... no era libre. Él no me dejaba. Y no quiero que tú me hagas lo mismo. No quiero cerrarme, no me obligues a elegir. Entiendo que para ti esto sea difícil, probablemente sea la primera vez que te pasa y has ido a dar con la persona más inestable y caótica del mundo en estos momentos. Y lo siento por ello, de verdad que sí. Pero entiéndeme, no han pasado ni seis meses y aún tengo sus fotos por todo mi cuarto, aún forma parte de mi vida y no quiero que tú formes parte de la misma forma ahora mismo, sería demasiado.

También pensé que tendrías más paciencia conmigo. Que me escucharías. Que me entenderías mejor. Y eso, tristemente, no ha pasado. Y ahora, simplemente, no sé qué hacer. Bueno, sé que esta vez no puedo hablarte, estoy harta de ser la que siempre da su brazo a torcer por todo el mundo, estoy harta de ser la responsable. Porque esto también es culpa tuya. No me paraste los pies, no me dijiste la verdad, no me reprochaste nada hasta que fue demasiado tarde. ¿Es que no lo entiendes? No puedo salir contigo, no quiero hacerlo, ¿por qué demonios es tan importante para ti que algo sea tan puñeteramente oficial?

No me has respondido. No lo vas a hacer. Y voy a fingir que no me importa, que no me dan ganas de llorar. Que esa lista de pelis va a pasar a ser "pelis que jamás veremos juntos". Tengo las manos muy, muy frías. Tanto que me duelen los dedos al escribir. Y tú estás por ahí recogiendo aceitunas que no me vas a dar y yo solo pienso en las ganas que tengo de verte. Y en que no lo voy a hacer hasta esta tarde, me dará un vuelco el corazón y no te hablaré. No te mandaré papelitos que no me responderás, no te escribiré un folio con mala letra para después pasarlo a limpio y que tú no lo veas. No quiero pasar de nuevo por todo. No quiero que dejes de ser mi amigo pero, joder, cada vez parece más inevitable.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Too much

No puedo más, él tiene razón, un día digo una cosa y al siguiente otra, pero es que mi vida ahora mismo es un no parar de pasarlo mal y querer llamar su atención. No quiero salir con él, de verdad que ahora no podría soportar una relación y todo lo que ello conlleva. Me gustaba esconderme con él y que me llevara por ahí en coche, me gustaba pensar en que algún día podríamos irnos de viaje juntos. Pero no hemos llegado a ese punto en el que yo le digo que de verdad que me gusta hacer planes con él, solo los hacemos y sabemos que lo más probable es que no sucedan pero nos gusta engañarnos y pensar que sí pueden pasar. De la lista de pelis a los museos de arte moderno, pasando por los conciertos. November rain, huh. Pero ahí está el wasap y tú no me hablas más. No sé si estás mal o no sabes qué decirme o no quieres volver a hablarme. No consigo entenderte. No consigo entenderme. El corazón me da un vuelco cuando pienso en tu maldita sudadera y en dormir con ella. No volveré a hacerlo. Me duele pensar que me has dejado tan tirada que asusta. Me da miedo pensar que vas a volver a hacerlo. No quiero vivir en esta incertidumbre triste y desgarradora.

Y ahora sé que me quieres. Y ahora creo que te quiero. O algo que se parece a querer. Me gusta escucharte. Me gusta decirte que eres casta y me gusta tu voz grave. Me gusta que tengamos gustos musicales tan diferentes y que aun así me guste lo que pones en el coche. Me gusta que todo lo que lleves sea de Springfield y no me gusta que te guste Ken Follet, pero estoy dispuesta a tolerarlo. Me gusta comprobar la de cosas que recuerdas de mi cuarto pese a haber estado solo una vez. Me gusta que no entiendas una mierda de lo que está pasando y no me gusta que no te des cuenta de ciertas cosas y que tenga que ser tan directa y que a veces no haga falta y quede como una tonta. Me gusta que me mires y no me quites la ropa con la mirada como hace Jorge. Me gusta que te guste cuando me abrigo. Pero me gusta que me digas uf, que te desesperes, que me digas que te pones malito, todo desde la más pura inocencia. Me gusta chocarme contra ti y ser consciente de que me miras todo el rato. Me gusta saber que me quieres. O algo que se parece a querer. No me atrevo a preguntarte porque tengo miedo de tu respuesta. No sé si porque me dieras la razón o porque me la quitaras.

¿Me quieres?

martes, 24 de octubre de 2017

Auch

¿Por qué me ha dolido tanto?
¿Por qué me encuentro tan mal?
¿Por qué ahora no puedo sonreír?
Si no es culpa suya, por dios, tiene fiebre, ¿qué demonios hago sintiéndome mal?... pero no puedo evitarlo. Y se ha despedido y yo no he podido responderle. Me dolía. Y he tenido que irme a mi cuarto para no llorar delante de mi madre. Pero no estoy llorando. No voy a llorar. No más. Se ha despedido y a mí me ha sonado a algo definitivo. Soy catastrófica, ya lo sé, pero lo tenía todo y de repente no tengo nada, de repente todo se ha cancelado o pospuesto y yo no quiero estar aquí. No quiero estar en ningún lado. Hoy no es un buen día. Puede que mañana sí. Puede que mañana no lo vea en todo el día y se me va a hacer raro. Y tedioso. Y aburrido. Dios mío, ¿por qué me siento así?¿Por qué no puedo dejar de pensar en ir a la cama y oler su jersey?, pero es demasiado pronto. Y él se ha ido a dormir y yo no sé qué hacer con mi vida. Quiero chocar la cabeza contra el teclado pero creo que no es lo más apropiado. Quiero decirle todo esto. Quiero hablarle, pero él no me respondería porque se ha ido a dormir. Y porque tiene fiebre. Quiero decirle que me siento muy rara respecto a él. Que no lo entiendo. Que sí lo entiendo. Que quizás no quiero entenderlo. Que mi vida era todo un mar de monotonía y tristeza y ahora él ha hecho que sea un poquito más triste pero que me compensa. Me compensa porque tengo algo que hacer. Tengo un motivo por el que sonreír. Es curioso que siempre hables de mis sonrisas cuando escribo. Deberías verme cuando te leo en wasap. Soy todo un teleñeco estúpido que no sabe fingir. Me quedo embobada, me dan ganas de tocarme cuando me dices ciertas cosas o me río por cosas que no tienen ninguna gracia.

Creo que necesito un respiro de tanta emoción. Me está empezando a pasar factura y no quiero sentirme peor.

domingo, 22 de octubre de 2017

Just what I needed

Te leo.
Me río.
Te espero.
Me desespero.
Te beso.
Me tocas.

Eres un mundo de sensaciones para mí. Eres algo que creí olvidado. Eres un comienzo que no quiero que acabe. Tengo esta estúpida necesidad de hablar contigo a todas horas y no entiendo cómo puedes estar tanto tiempo sin mirar el wasap. Tengo la querencia de tocarte, de sentir tu contacto cuando te tengo cerca y tú no haces más que alejarte. Tengo la imperiosa obligación de hacerme la dura contigo porque tengo más experiencia, pero me pierdes cuando te haces el difícil. Quiero esnifarte y quiero perderme en tus pelos, quiero hablar contigo de lo más nimio y lo más profundo, quiero escucharte durante horas, quiero que cantemos juntos en el coche, quiero que me lleves lejos, quiero dormir a tu lado, quiero drogarme contigo, quiero acostarme contigo y que vayamos despacio.

Pero tú no lo sabes. No lo vas a saber, al menos por ahora. Porque esto puede ser grande o puede ser una gran desilusión, y ahora no voy a permitirme crearte ilusiones que después se queden en eso, no me creo tan cruel.

sábado, 21 de octubre de 2017

Medio día después

Y ahora, ¿qué?

Nos moríamos de ganas y por una vez no voy a intentar hacerme la loca respecto a esto. Me moría de ganas. Y tú también. Y yo lo sabía. Y dios, cómo lo disfruté. Pero ahora ya han pasado doce horas y no tengo claro cuál es el siguiente paso. Quiero decir, por mí podría seguir igual, pero después de haber pasado la semana más extraña y, curiosamente, divertida de mi vida no sé qué es lo que quieres. No sé qué pasa por esa mente tuya cuando no la tienes en blanco, no sé qué piensas de mí. Por mí podrían parar el mundo ahora mismo, de verdad que no tendría problemas. Me gusta esta versión de ti y me gusta no sentirme culpable, me gusta flirtear y creo que te lo he dejado más que claro. Pero no creo que para ti sea suficiente, al menos de aquí a poco tiempo, y no quiero que vuelvan los silencios incómodos.

jueves, 19 de octubre de 2017

Monster

Y así fue cómo, en un alarde de estupidez suprema, La Maga se cargó una amistad en apenas cinco minutos, después de haber estado todo el día intentando arreglarla. Bravo por ella. Que le den de hostias. ¿Cómo se puede ser tan subnormal? Pero es que me puso enferma con lo de que no quiere estar de jueguecitos que no lleguen a ningún lado, ¿qué tiene de malo? Jugar es bien, jugar es tentación y deseo, ¿para qué vas a querer jugar si ya sabes lo que hay al final? Podría haber sido bonito, incluso... pero por una vez vamos a intentar ser razonables, vamos a pensar con la cabeza y no con lo que tenemos entre las piernas (porque los hombres está claro que no son los únicos que pueden pensar así) y vamos a hacer lo mejor para todos.

Pero

Qué

Es.

Es curioso porque quizás para él sea lo mejor, pero probablemente para el resto del grupo no, el resto del grupo se puede sentir incómodo y sería culpa nuestra... en ese caso, ¿deberíamos fingir... más? Metafingimiento. Está claro que más de dos entradas al día en el mismo blog no me sientan bien. También tengo mucho sueño. Y ganas de llorar, aunque eso sea un estado base últimamente. En fin, todo lo "adultos" que podemos ser en persona lo dejamos de lado por el chat, somos más sinceros, pero... la liamos más, aunque en este caso haya sido culpa mía. Oh, joder, ¿por qué tuve que querer besarle? Ahora tengo el remordimiento y el vacío de no haberlo hecho. Sigo esperando una nueva frase que no va a llegar y que me diga que no quiere esto, que no me dé la razón, que me diga que hay una alternativa. Pero esa frase no va a llegar y volverán las tardes de escribir y de mirarte de reojo. Ya estoy empezando a cogerle el tranquillo.

Si yo, por otro lado, entiendo perfectamente cómo te sientes. Cometiste un error y yo no hago más que recordarlo, que hincar el dedo en la llaga, que darle vueltas pero es que de verdad que no puedo evitarlo. Supongo que no me conocías lo suficiente como para saber que pasaría esto, ¿quién se lo podría imaginar? Soy un monstruo. Necesito cariño para sobrevivir. Arrastro a quien quiera que intente ser mínimamente más cercano conmigo al infierno. No debería dejar que pasase, ¿no?

miércoles, 18 de octubre de 2017

Ni come ni deja comer

La lié. Si es que ella siempre me conoció demasiado bien, ella ya me lo dijo hace demasiados años, me lo tengo merecido. Lo habíamos arreglado, estábamos bien, ¿por qué me pasa esto ahora?¿Por qué esa necesidad tan estúpida de besarte el cuello y lo que no es el cuello? Menos mal que no fui más allá, aunque ahora sabemos que esa tensión va a seguir ahí y tú quizás no te des demasiada cuenta porque desde luego me has dejado claro que no eres lo más perspicaz del mundo precisamente. Pero yo sí me doy cuenta y sufro y me duele el corazón cuando haces algún movimiento raro. Si realmente sintieras algo por mí esto no pasaría, de eso estoy segura, pero me gusta acaparar y ahora te quiero para mí sola y quiero enseñarte cosas y que dejes de ser tan palurdo con las relaciones.

lunes, 16 de octubre de 2017

Sebsteam

Aquí no va a haber posibilidad de que me leas. No sé si es lo correcto teniendo en cuenta la cantidad de indirectas que te he puesto en estos últimos días. Pero se me acaban las metáforas y necesito desahogarme. Sé que esto está muy mal, estoy jugando contigo y busco tu respuesta en todos lados, busco un sentimiento bien expresado, busco tu amor sin quererlo. Porque no lo quiero, no quiero el tuyo ni el de nadie. Como mucho quiero la lujuria de Rafa, pero eso está complicado hasta que me dejen sola con él más de treinta segundos seguidos. Anyway. Dime, si leyeras esto y tuvieras que ponerme nota, ¿cuán cruel me considerarías del uno al diez? Dime, si leyeras esto, ¿seguirías sintiendo lo mismo? Ah, es cierto, en realidad todo fue un siroco, algo repentino sospechosamente parecido a lo que me pasa a mí, sospechosamente pareces querer echarte atrás, ya no sé en qué creer. En ti no, desde luego, pero no te lo tomes como algo personal, no suelo creer en la gente que dice sentir algo por mí, suelen echarse atrás cuando ven el monstruo en el que puedo convertirme. Siento que te debo una conversación cara a cara, siento que te debo una explicación, siento que te debo un beso que no voy a darte. ¿Llegarás a odiarme?¿Qué va a pasar esta tarde? No sé si voy a ser capaz de mirarte a la cara y decirte buenas tardes. ¿Debería contárselo a Marina? Si tuviera que elegir desde luego sería a ella, pero tengo la sensación de que me va a juzgar y no sé si estoy lista para ello. No voy a poder estar entre Manu y tú como si nada, no voy a poder pedirle a Manu que me cambie el sitio porque sería demasiado descarado, no me puedo permitir el lujo de faltar a clase porque, joder, la incertidumbre me mata (y cierta necesidad de conocimiento, de qué vas a hacer, de qué voy a hacer, de las reacciones). Quizás lo más sensato sería eso, dar por sentado que lo que dijiste es verdad y que no me quieres, que nunca lo has hecho, que no sientes por mí más que una burda amistad. Pero, después de todo, me cuesta creerlo. Después de la conversación con Miguel y de que quisieras estar conmigo en todos los grupos en vez de buscar por tu cuenta o ponerte con Pablo y de que estuvieras dispuesto a estar conmigo de mañana cuando nadie más quería hacerlo, ni siquiera Manu. Me cuesta creer que eso sea solo amistad, llámame crédula. Pero puedo intentar fingir por ti, por nosotros, para no cargarnos lo que hemos hecho, para no tener que dejar de preguntarnos cosas random cuando nos dejan solos, para poder seguir pasándonos los porros y para seguir queriendo estar a tu lado en clase. No quiero perderte como los perdí a ellos. No podría soportarlo más.