sábado, 4 de diciembre de 2021

Prom

 Dijiste que sí. Sure, we can go together. Y después de toda una mañana planteando estrategias, si en las mesas, si invitarte a jugar al billar, si esta noche después del concierto, después de un té silencioso y una conversación intranscendente me dijiste que sí. Y me siento como una adolescente encariñada de nuevo pero con la sabiduría suficiente como para tener el valor de pedírtelo. He esperado demasiado durante muchos años y nunca he sido de esas personas a las que las invitan a salir. Tampoco me importa mucho, así puedo elegir y no tener que enfrentarme a tener que decir que no. Y tú no has dicho que no, has dicho que sí y el pecho me va a explotar. Poder tocarte, poder tenerte realmente cerca aunque sea a unos niveles de ridículo apabullantes. No creo que en ningún caso supere la cara que debí de poner cuando me dijiste que sí. Y es una mierda porque tú eres un crío y yo voy camino de convertirme en una señora mayor y tú eres noruego y no levantas la voz y yo tengo que hacer esfuerzos por no decir fuck en cada frase y qué tendrán los músicos, que siempre me han gustado y aquí hay demasiados. La gran pregunta ahora es ¿con o sin sujetador?

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