Esto es una mierda. Una grandísima mierda. Iba a ser todo maravilloso, iba a ser todo perfecto, organizado, fantástico.
Pero no.
Como siempre, se me jodió el plan, se me jodió la noche y ahora no sé qué demonios hacer con mi vida. No se me da bien estar sola. No me sienta bien estarlo. Y estoy aquí, a las once de la noche sola en mi casa. Porque ibas a estar tú conmigo, ibas a hacerme compañía e íbamos a hacer cosas. Pero tus malditos 37'7 grados decidieron que no, que no me iban a dejar ser feliz. ¿Y qué iba a hacer yo?, pues lo que cualquier persona con un mínimo de sentido común haría: decirte que te fueras a tu casa, que estarías mejor allí. Pero no pensé, ni por un solo instante, que fueras a hacerlo de verdad. Incluso cuando te pusiste los vaqueros pensé que finalmente no te irías y hasta hiciste el amago de quedarte. Pero te has ido. Te has ido y me he pasado quince minutos llorando por nada. Porque me siento sola y necesito que estés tú. No sé qué ver en la tele, todo me parece monótono. No quiero irme a dormir, ni siquiera tengo sueño. Así que escribo de nuevo sobre lo triste que estoy, sobre el coraje que me ha dado que te fueras y el coraje que me da que me dé coraje porque no debería. Estás malo. Y yo me siento sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario