jueves, 22 de marzo de 2012

Asquerosa, osa, osa, osa

Por supuesto él jamás lo entenderá. Nunca podrá saber cómo es sentirse tan minoritaria, tan secundaria, tan inferior a ella. Que lo sé, es una tontería, él ya no puede estar con ella, pero... ¿y si pudiera? Supongo que me dejaría un poco (por no decir muy) tirada. Al fin y al cabo a él sólo le hizo falta una tarde para enamorarse de ella, no fue una relación normal (ni larga, para su desgracia y la de todos) y eso es especial, ¿qué tenemos de especial nosotros? Nada, absolutamente nada, somos sólo dos personas más en el mundo que decidieron estar juntas, no es nada fuera de lo común.
Cortaremos, eso es inevitable, pero lo pienso y me da miedo y vergüenza imaginar qué le dirá a su próximo amor sobre mí. "Sí, fue la primera chica con la que salí, pero vamos, no fue nada importante, ni siquiera follamos". Arghhh... él al menos me miraba en clase, podíamos pasarnos las horas mirando nuestro reflejo en un cristal durante clases de música, naturales, inglés, francés, lengua... Él nunca me mira y me pregunto por qué, aunque lo sé, siempre está con Pablo jugando con el móvil de las narices. And we can't live like Jack and Sally if we want... porque no, porque no lo siento, no siento nada, sólo cierta impotencia al no ser capaz de darle una hostia y algo falta de cariño pero ya está. No es justo, nada es nunca justo. Ella era (y es, espero) más guapa que yo, objetiva y personalmente, no hace falta fingir, mentir no está bien y no es necesario, ya he llorado demasiado por eso como para volver a hacerlo...

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