miércoles, 29 de febrero de 2012
Mira al espejo
Me sentí desnuda. Quizás era porque lo estaba pero yo me sentí de lo más incómoda, como si estuviera sin ropa ante mucha gente de repente. Estaba avergonzada de mi propio cuerpo, me daba asco mi figura, era una sensación de lo más miserable. Me puse tan rápido como pude el pijama, no era capaz de verme mucho tiempo más así. Quién sabe qué me pasó, el caso es que aún persiste ese odio irremediable que le tengo a mi cuerpo.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Ataques de rabia imprevistos
Asquerosa hija de la grandísima puta que no puedo aguantaros más, a ninguna, iros a la mierda juntitas y os folláis mutuamente, me da igual. Gilipollas que sois unas idiotas, que tanto indecisión al final pasa factura, so capulla. Pero claro, ya has decidido, pues bien por ti, púdrete en el infierno con ella y a la puta mierda todo, pero después no te pongas celosa cuando te digo que Celia es mi mejor amiga, y yo que quieres que le haga? no te puedo esperar más, lo siento, pero sois unas zorras sin corazón que al ver que me fui me olvidáis y si por vosotras fuera ya ni quedaríais conmigo, pues muy bien, sed felices, no os lo reprocho, pero dejad de echarme en cara lo muy felices que sois en clase sin mí, que ya no os aguanto más.
domingo, 19 de febrero de 2012
El error
Escuchando a Maldita Nerea no puedo evitar unirlo a los recuerdos, a las lágrimas, a las oportunidades desaprovechadas... al día siguiente al concierto, estando en Almería. Echo de menos el calor. Incluso echo de menos pasarlo mal, idioteces, lo sé, pero es que fue tanto tiempo que ya casi formaba parte de mi ser, y ahora me siento nostálgica al escuchar la canción porque estaba allí, tirada en la cama con el peto vaquero nuevo y la camiseta blanca con rayas azules de mi madre, escribiendo en el antiguo cuaderno de educación física intentando no llorar. Te echaba tantísimo de menos, y hacía meses que no te veía. Ahora puedo decir con certeza que le echo lo mismo de menos a él y sólo han pasado unas cuantas horas desde que se fue, aunque por supuesto es distinto porque, aunque puede que después me equivoque, confío plenamente en que él no tendrá tan poco corazón como para hacerme lo que tú me hiciste. En fin, qué poco me importas...
Deseos (in)confesados
Algún día me permitirás tocarte el pelo por voluntad propia, estoy segura de ello. Entonces, ese día yo creo que seré la chica más feliz sobre la faz de la tierra y se te caerán los mechones de tantos rulitos que te haré hasta quedarme dormida junto a ti.
sábado, 11 de febrero de 2012
Necesito una explicación lógica antes de sufrir un ataque
Supongo que es algo patético estar así por algo tan simple. Supongo que al no decir adiós no querías decir nada, con lo cual no querías decir adiós para no decir nada porque después de todo no querías decir nada, incluido adiós. No consigo ser tan exquisita como tú al hablar, incluso hasta llegar al punto de no entender palabra, pero puede que sea porque yo sí quiero que me entiendan... tendré que confesar que sí te vi en el metro, pero lo cierto es que quería pensar que me verías al instante y te acercarías, aunque como no lo hiciste supongo que me pudieron las ganas de hablarte y terminé acercándome yo. También que hoy estabas asquerosa, repugnante y endemoniadamente (Laura me recordará de por vida esta puta frase seguro) guapo, o al menos eso era lo que me parecía a mí, por algo dicen que el amor es ciego...
Puede que a veces sea algo (vale, muy) borde, que me pase de la raya, que hable cuando no debo hablar, quiera conocer hasta el más mínimo e insignificante detalle de tu vida e intente descifrar tus putas entradas hasta el punto de poderlas repetir casi de memoria, pero, lo cierto es, que a fin de cuentas, aun hoy, sinceramente... no sé por qué lo hago. Lo sé, lo sé, puede que todo sea por mi condición natural de cotilla pero nunca había llegado a este extremo y estoy empezando a darme miedo de mí misma.
En fin, que aún no entiendo porqué no me has dicho adiós, ni me has dado un beso, un abrazo o cualquier muestra de afecto y te has ido sin mirar atrás. Estoy estresada, no lo entiendo y yo, otra cosa no, pero necesito entender las cosas y poder analizarlas y así emparanoiarme a gusto pero ahora no tengo motivos para emparanoiarme porque no entiendo qué motivos te pudieron llevar a realizar esa acción que me tiene tan molesta. AHHHH estoy empezando a hiperventilar.
Puede que a veces sea algo (vale, muy) borde, que me pase de la raya, que hable cuando no debo hablar, quiera conocer hasta el más mínimo e insignificante detalle de tu vida e intente descifrar tus putas entradas hasta el punto de poderlas repetir casi de memoria, pero, lo cierto es, que a fin de cuentas, aun hoy, sinceramente... no sé por qué lo hago. Lo sé, lo sé, puede que todo sea por mi condición natural de cotilla pero nunca había llegado a este extremo y estoy empezando a darme miedo de mí misma.
En fin, que aún no entiendo porqué no me has dicho adiós, ni me has dado un beso, un abrazo o cualquier muestra de afecto y te has ido sin mirar atrás. Estoy estresada, no lo entiendo y yo, otra cosa no, pero necesito entender las cosas y poder analizarlas y así emparanoiarme a gusto pero ahora no tengo motivos para emparanoiarme porque no entiendo qué motivos te pudieron llevar a realizar esa acción que me tiene tan molesta. AHHHH estoy empezando a hiperventilar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)