Ya caía la tarde que debes haber olvidado,
Caminábamos a casa, el sol se escondía entre azoteas.
Tu voz sonaba lejos, como el silbido de trenes perdidos,
Como el rumor de un río nacido en cimas nevadas, montaña arriba.
I aquella idea ilegal me iba inundando la cabeza.
Me perdonarás, amor mío
Que pensé dejarte un día,
Abandonarte a tu suerte…
Caminábamos a casa, el sol se escondía entre azoteas.
Tu voz sonaba lejos, como el silbido de trenes perdidos,
Como el rumor de un río nacido en cimas nevadas, montaña arriba.
I aquella idea ilegal me iba inundando la cabeza.
Me perdonarás, amor mío
Que pensé dejarte un día,
Abandonarte a tu suerte…
Solo esperaba en silencio que se presentase el momento
de hacerlo volar por los aires, haciéndolo parecer un accidente.
Diría unas palabras graves mirando al infinito.
Las sentía tensas dentro de la boca, preparadas para salir.
Venían frases solemnes que nos matarían como un potro cojo.
Venía a arrastrar el cuerpo muerto de nuestro amor
Hasta un rincón discreto para esconderlo entre las flores.
de hacerlo volar por los aires, haciéndolo parecer un accidente.
Diría unas palabras graves mirando al infinito.
Las sentía tensas dentro de la boca, preparadas para salir.
Venían frases solemnes que nos matarían como un potro cojo.
Venía a arrastrar el cuerpo muerto de nuestro amor
Hasta un rincón discreto para esconderlo entre las flores.
Oh sabios que vais predicando por las calles
Que el amor se transforma con los años.
Venid urgentemente a explicarnos si se transforma tanto,
si se transforma tanto, si se transforma tanto
Si se transforma tanto.
Que el amor se transforma con los años.
Venid urgentemente a explicarnos si se transforma tanto,
si se transforma tanto, si se transforma tanto
Si se transforma tanto.
Ya se intuía en el horizonte la costa virgen de un nuevo mundo,
ya me desplazaba más ligero liberado del peso de tu amor.
Ya se escuchaba a alguien reír, la calidez de otra gente,
Otro cuerpo, otra voz capaz de ponerme más contento.
Ya me alejaba caminando mirando a los ojos de los viandantes.
“¿Sabéis mi futuro?
Hoy me he disparado con munición de plata apuntando directamente al corazón”.
ya me desplazaba más ligero liberado del peso de tu amor.
Ya se escuchaba a alguien reír, la calidez de otra gente,
Otro cuerpo, otra voz capaz de ponerme más contento.
Ya me alejaba caminando mirando a los ojos de los viandantes.
“¿Sabéis mi futuro?
Hoy me he disparado con munición de plata apuntando directamente al corazón”.
Al pararnos para cruzar me cogiste la mano.
Devolví una pelota a un niño que jugaba en un portal.
No se lo expliques a tu madre, o me escupirá las próximas navidades
Devolví una pelota a un niño que jugaba en un portal.
No se lo expliques a tu madre, o me escupirá las próximas navidades
No hay comentarios:
Publicar un comentario